La calificadora internacional Fitch Ratings degradó este jueves la calificación de riesgo soberano de Costa Rica que pasó de BB+ a BB, y de perspectiva negativa a estable.
La difícil situación fiscal del país y la dificultad para aprobar la reforma tributaria en la Asamblea Legislativa fueron factores que pesaron para que Fitch Ratings bajará la calificación del país.
"La rebaja refleja la deteriorada dinámica de la deuda de Costa Rica, impulsada por grandes déficits fiscales y un continuo bloqueo institucional que impide el avance de las reformas para corregir los desequilibrios fiscales", informó Ficth Ratings en un comunicado.
El Ministro de Hacienda, Helio Fallas reaccionó señalando que tal y como lo ha venido advirtiendo el Gobierno de la República en reiteradas ocasiones ante la opinión pública, la Asamblea Legislativa y medios de comunicación, la baja en la calificación de la deuda a largo plazo es un resultado de la no aprobación de los proyectos de impuestos enviados por el Gobierno desde agosto del 2015.
"Hacienda ha hecho múltiples esfuerzos para evitar la baja en la calificación, prueba de ello son los resultados fiscales que hemos venido mostrando durante el último año. Si bien hemos insistido en la importancia de aprovechar la coyuntura internacional favorable y en mantener continua comunicación con las calificadoras sobre los avances y resultados obtenidos, la evaluación de Fitch ratifica una vez más, tal y como lo hemos expresado en otras oportunidades, que las medidas administrativas son insuficientes y que es urgente contar con nuevas leyes para fortalecer el sistema tributario de nuestro país", señaló el Jerarca.
La calificación BB es reflejo de un elevado riesgo de incumplimiento en relación a otros emisores u obligaciones en el mismo país. Dentro del contexto del país, el pago es hasta cierto punto incierto y la capacidad de pago oportuno resulta más vulnerable a los cambios económicos adversos a través del tiempo
Asimismo, la perspectiva - que puede ser positiva, estable o negativa - indica la dirección que puede tomar una calificación dentro de un período entre uno y dos años. Al mismo tiempo, evidencia algunas tendencias o prácticas que aún no terminan por generar un cambio en la calificación, pero que podrían hacerlo si continúan.
Entre tanto, la decisión de Fitch Ratings también cambia las calificaciones de emisión de bonos senior no garantizados que pasa de BB+ a BB.
"El déficit fiscal del gobierno central de Costa Rica ha crecido en los últimos cinco años, alcanzando el 5,7% del PIB en 2015 (el déficit de las administraciones públicas alcanzó el 4,6% del PIB en 2015, que incorpora excedentes de fondos de pensiones públicos). A pesar de la mejora estimada del 0,6% del PIB en 2016 (debido principalmente a las medidas administrativas), se espera que el déficit fiscal aumente durante los próximos dos años como resultado de una mayor carga de interés y de rigideces en los gastos", agregó la calificadora.
Fitch también señaló el poco avance de la reforma fiscal en el Congreso producto de las posiciones encontradas de las diferentes bancadas legislativas y cómo eso afecta la situación financiera del país.
"Las propuestas de reforma tributaria del gobierno para controlar los déficits fiscales han tenido poco progreso en el Congreso debido a su estructura fragmentada y el proceso legislativo engorroso. Las perspectivas para la aprobación de las propuestas cruciales de IVA e impuestos sobre la renta (estimadas para proporcionar cerca del 2% del PIB en ingresos adicionales) han disminuido significativamente a medida que se aproximan las elecciones presidenciales y en febrero de 2018", aseveró la calificadora.
El nuevo escenario de referencia de Fitch no incorpora la aprobación de medidas significativas de reforma tributaria en el período de previsión hasta 2018.
Reducciones previas de calificación
En febrero de 2016, Moody's rebajó la calificación de deuda soberana de Costa Rica y a este anuncio le siguió la rebaja de Standard & Poor's.
El 8 de ese mes, Moody's dio a conocer que mantendría la calificación del país, pero que su perspectiva cambiaria de positiva a negativa. La explicación al cambio fue la falta de consenso político para reducir el déficit fiscal, lo que continuaría ejerciendo presión sobre el peso de la deuda del Gobierno.
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El 25 de febrero, una nueva reducción continúo alertando la necesidad de una reforma fiscal. En esta oportunidad a manos de Standard & Poor's.
En este caso, la principal razón para que Costa Rica pasara de tener un riesgo soberano de BB a BB-, fue la combinación de las crecientes presiones del gasto y, de nuevo, la ausencia de una reforma tributaria que ha debilitado las finanzas del país y aumenta la vulnerabilidad frente a shocks externos, según dio a conocer mediante un comunicado.
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