Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y China, los grandes mercados del mundo, están enviando señales positivas a corto plazo para Costa Rica.
No cabe de duda de que la reciente llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el proceso de salida del Reino Unido de la UE (Brexit) y el cambio de modelo económico en China generan incertidumbre en los mercados.
Empero, los vientos siguen siendo buenos para Costa Rica. Por ahora.
Algunos analistas coinciden en que, a corto plazo, el aumento en el consumo interno de los Estados Unidos beneficiará las exportaciones y el turismo de Costa Rica.
No obstante, la bonanza no durará para siempre y, por esa razón, el 2017 es un año clave para la economía costarricense.
Escenario estadounidense
Se espera que la economía estadounidense regrese a los niveles de crecimiento experimentados en 2014 y 2015, cercanos al 2,3%, y muy superiores al 1,6% con el que cerró el año pasado.
La recuperación en el crecimiento será impulsada por el consumo privado, que subiría 2,5%; la inversión privada, con un repunte de 3,3% y las exportaciones, que aumentarían 2,4%.
El economista Melvin Garita explicó que la inflación podría aumentar de 1,3% hasta cifras cercanas al 2,5%, este año. “Esto presionaría al alza las tasas de interés en dólares, algo que implícitamente tendría efectos en las tasas locales en dólares y colones”, agregó.
El desempleo podría cerrar el año en cerca del 4,5% (una leve reducción con respecto al cierre del 2016 que fue de 4,6%) y el déficit fiscal aumentaría marginalmente a 3,3% del Producto Interno Bruto (PIB).
La llegada de Trump al poder desencadenó una serie de decisiones comerciales y económicas que todavía no reflejan impactos en la economía, pero sí generan incertidumbre.
Trump sacó a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico (TPP) la semana anterior con la firma de un decreto. También concretó la renegociación del Tratado de Libre Comercio que está vigente con México y Canadá (Nafta, por sus siglas en inglés).
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Al catálogo de decisiones, se suma la orden para construir el muro fronterizo con México, que sería financiado con un impuesto del 20% a los productos provenientes de ese país.
Trump ha sido uno de los principales críticos de los resultados económicos de su país y, principalmente, de los estímulos monetarios impulsados por la Reserva Federal (Fed).
Por esa razón, la principal propuesta del nuevo mandatario está orientada a un fuerte estímulo fiscal para apoyar el desarrollo de infraestructura y el impulso a la industria petrolera.
De hecho, el sector petrolero ya recibió un guiño político de Trump con la firma de dos órdenes para construir los oleoductos, Keystone XL y Dakota Access, antes frenados por Obama.
Para lograr mayores estímulos, el novel mandatario estadounidense pretende generar un clima favorable para los negocios con menos impuestos y desregulación financiera.
Los vientos que soplan desde el norte del continente hacia Costa Rica son buenos a corto plazo.
La disminución del desempleo y la mejoría en la confianza de los consumidores generan un ambiente propicio para incentivar el consumo en ese país.
Adriana Rodríguez, gerente sénior de análisis económico de Scotiabank, consideró que ese repunte puede traer un efecto positivo para las exportaciones y el turismo en Costa Rica.
En cuanto a las recientes decisiones políticas de Trump y sus planes de repatriar empresas, todavía no se anticipan efectos directos para la economía costarricense en el 2017.
Eduardo Prado, gerente del Banco Central de Costa Rica, aseguró que los potenciales efectos de las acciones del Gobierno estadounidense sobre los flujos de inversión directa, para el caso de la economía costarricense, serían de poca magnitud.
“Según información de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), los proyectos interesados en establecerse en el país continúan dinámicos y acordes con lo observado en años previos”, detalló Prado.
Brexit y estímulos monetarios
Europa, por su parte, espera un 2017 cargado de estímulos monetarios dirigidos a la compra de deuda pública y privada por parte del Banco Central Europeo (BCE).
Estas medidas pretenden acelerar el crecimiento económico y aumentar la inflación.
Mario Draghi, presidente del BCE, insistió en la necesidad de mantener los estímulos este año.
En diciembre, el BCE bajó el ritmo de los estímulos para los próximos meses, pero podría aumentarlos en caso de necesidad.Las medidas tomadas en la UE difieren de la estrategia de la Fed y, por eso, ante un escenario de mayores tasas de interés en Estados Unidos, se podría despertar el apetito de los inversionistas europeos de buscar nuevas oportunidades en Norteamérica.
El Brexit, la negativa a la reforma constitucional en Italia y los diferentes procesos electorales, principalmente en Francia y Holanda, podrían generar un escenario político complicado y darle más protagonismo a grupos euroescépticos y nacionalistas.
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Sin embargo, la zona del euro también genera buenas señales para Costa Rica este año.
Alberto Franco, economista de Ecoanálisis, considera que se seguirán fortaleciendo las exportaciones costarricenses a la Unión Europea, a lo que se suma también la llegada de nuevas aerolíneas provenientes del Viejo Continente (más turismo).
El efecto de China
La transformación económica que inició China en el 2013, para pasar de una economía basada en exportaciones e inversiones en infraestructura, a una dirigida al consumo y los servicios, generó una desaceleración en el crecimiento económico.
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El país asiático sigue creciendo a niveles superiores al 6% y eso es bueno para la economía mundial y, por ende, para Costa Rica, que recibe efectos indirectos de ese gran mercado.
Quizás el principal efecto para nuestro país será la baja en precios de las materias primas, pues se redujeron, en parte, por el cambio de modelo y que, por defecto, afectan a los países que exportan commodities a China.
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Empero, cualquier diferencia entre Trump y China traería reacciones a nivel comercial o cambiario en el sistema financiero, y riesgos a la estabilidad global.