La confianza del consumidor costarricense se sigue deteriorando y lleva seis meses a la baja. Además, contrario a la tendencia de años atrás, la cercanía del pago de aguinaldos y de las festividades de fin de año no generó un efecto de recuperación.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC), medido por la UCR, cerró el 2017 a la baja y el dato de noviembre cerró en 39,7 puntos (0,6 puntos menos que en agosto), en una escala de 0 a 100.
El investigador de la Universidad de Costa Rica (UCR) y encargado de la encuesta, Johnny Madrigal Pana, afirmó que este resultado es importante, pues noviembre es el mes en el que el pago del aguinaldo, la Navidad, la llegada de la vacaciones y fin de año, suelen incidir en un fortalecimiento de la confianza, algo que no sucedió este año.
“En los últimos seis meses (desde mayo del 2017), la tendencia revela una caída leve de la confianza (de 2,8 puntos). Puede deducirse de lo anterior que la incertidumbre experimentada por los consumidores hacia la economía nacional se mantiene desde hace tres meses y que se acentuó si se toman como referencia los últimos seis meses”, enfatizó Madrigal en la síntesis de resultados.
El ICC se obtiene en la encuesta al principal sostén económico de 700 hogares con teléfono fijo, mediante la consulta de cinco preguntas sobre la economía actual y las expectativas. Para el informe presentado el 29 de noviembre, las encuestas se aplicaron durante los primeros 15 días del mes.
La percepción de desconfianza se refuerza en la clasificación de los consumidores, pues en los resultados de noviembre el 15,4% es considerado optimista y el 29,4% como pesimista, es decir, los últimos casi duplican a los primeros.
Además, al comparar los resultados de los últimos dos estudios, se identifica un aumento en los pesimistas: mientras la diferencia entre optimistas y pesimistas para noviembre es -14 puntos porcentuales, en los resultados de mayo era de -7,3.
“Las tendencias del ICC en diferentes segmentos poblacionales muestran que, en los últimos tres meses, la confianza no cambió. En algunos casos se observan variaciones o aparentes cambios, pero las pruebas no resultaron estadísticamente significativas, por lo que la tendencia es de una confianza baja y estancada”, aseguró el investigador.
La expectativa en el campo del empleo también es negativa: aumentó de 60,5% a 65,4% la percepción de que es difícil encontrar trabajo en lo que se hace y la valoración sobre la posibilidad de encontrar empleo en los próximos 12 meses cayó de 82,1% a 77,4%.
“Dado lo anterior, la expectativa por la situación económica personal no es favorable, pues se esperan aumentos en las tasas de interés de los préstamos en dinero (57,4% prevé alzas en los próximos 12 meses) y también un deterioro en la capacidad de compra (45,7% espera que el ingreso familiar crezca menos que el nivel de precios en los próximos 12 meses)”, advierte Madrigal.
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