Una vez más, una calificadora de riesgo internacional reduce la calificación de deuda soberana de Costa Rica, debido a su situación fiscal y la ausencia de una reforma tributaria.
En esta ocasión fue Fitch Ratings, que pasó la puntuación de Costa Rica de BB+ a BB, aunque también cambió la perspectiva, de negativa a estable, según un comunicado de la firma este 19 de enero.
Además, la nueva perspectiva es "estable", lo que quiere decir que la calificación BB se mantendría al menos por un periodo de uno o dos años.
En febrero del año pasado, Moody's y Standard & Poor's fueron los encargados de dar noticias de degración de perspectiva y calificación, respectivamente.
Casi un año después, las razones continúan siendo las mismas: la deteriorada deuda, el déficit fiscal y el entrabamiento de la aprobación de la reforma fiscal en la Asamblea Legislativa.
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"Por los resultados de la economía real, por ejemplo, exportaciones y turismo, estabilidad en la inflación, baja en tasas de interés, deberíamos tener más bien una mejora de la calificación, hasta grado de inversión. Sin embargo, Fitch castiga al país (más de lo normal, indican ellos mismos), dos escalones por el tema de la Asamblea Legislativa y otros dos más por la perspectiva fiscal", explicó Vidal Villalobos, gerente de estudios económicos de Prival Bank.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Helio Fallas destacó que era lamentable que la falta de decisión legislativa haya provocado esta calificación.
Los efectos
El más reciente anuncio es que Fitch le da a Costa Rica una calificación de BB, lo que es reflejo de un elevado riesgo de incumplimiento en relación a otros emisores u obligaciones en el mismo país.
Dentro del contexto del país, el pago es hasta cierto punto incierto y la capacidad de pago oportuno es aún más vulnerable a los cambios económicos adversos, respecto a la calificación que tenía previamente.
Esta explicación deja claro que el principal impacto que genera esta noticia es una mayor percepción, ante el resto del mundo, del riesgo de impago que tiene el país.
De entrada, la nueva calificación encarece el costo del financiamiento del país, es decir, cualquier nuevo y eventual endeudamiento externo debería pagar más intereses.
Para Edgar Ayales, ex ministro de Hacienda, "esto, va a complicar aún más el financiamiento del déficit de este año y pondrá presiones sobre las tasas de interés y el tipo de cambio. ¿Cuánto más podremos capear el temporal? Todo parece indicar que va a ser muy difícil que esta Administración termine sin un ajuste macroeconómico importante".
No sería raro pensar que otras calificadoras darán el mismo paso (de degradar la calificación del país), porque todas se basan en los mismos supuestos, añadió Ayales.
Entre tanto, algunos ahorrantes del exterior revisan cuál es el resultado de cada nación para decidir si invertir o no en él, inclusive, hay quienes apuestan solo por las categorías de inversión, por lo que las inversiones externas podrían verse afectadas.
Así, esto llevará a los inversionistas a demandar una tasa de interés mayor para colocar recursos en el país, presionando las tasas de interés al alza, comentó Luis Diego Herrera, economista del grupo financiero Acobo.
Por ahora, los precios de los bonos internacionales de Costa Rica no están mostrando cambios.
Esto está explicado, primero, porque los precios de los bonos costarricenses ya habían descontado la posibilidad de que las calificadoras de riesgo rebajaran la nota al país; y segundo, este 19 de enero se presentan cambios en la rentabilidad de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos que mantienen con volatilidad a los mercados, explicó Villalobos, de Prival Bank.
¿Qué significa una reducción de calificación?
Las agencias calificadoras de riesgo o agencias de rating investigan la situación financiera internacional, tanto de entidades comerciales como gubernamentales. Entre ellas están Standars & Poors, Fitch Ratings y Moody's.
El objetivo de estas firmas es calificar la solvencia de los prestatarios mediante una escala que valora el riesgo de invertir en un producto financiero determinado (bonos, acciones, entre otros).
La calificación de crédito es la capacidad que tiene una entidad para cancelar su deuda y el riesgo que conlleva invertir en ella.
En otras palabras, las firmas mencionadas anteriormente le indican al inversionista si el deudor al que se le presta el dinero es buena paga o no.
De ahí que los resultados publicados por estas empresas se utilicen como parámetro para evaluar la posibilidad de impago de la entidad que posea la deuda.