La posibilidad de que le clonen la tarjeta al realizar una compra (en el país o en el exterior) se irá reduciendo gracias a las novedades del sistema nacional de pagos.
A partir de este 2016 y hasta el 2018, las entidades financieras y los puntos de venta deberán implementar modificaciones en tarjetas, cajeros automáticos y datáfonos, con el único fin de brindar una infraestructura más segura y eficiente a los clientes.
Desde noviembre del año pasado, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) activó el Reglamento del Sistema de Pagos , que conlleva la aplicación simultánea de diversos cambios.
Entre ellos, está el reemplazo de la tarjeta con banda magnética, para dar paso al chip EMV (estándar mundial para denominar Europa y MasterCard-Visa).
Además, los plásticos incluirán una antena interna para realizar pagos por proximidad.
El funcionamiento cambia respecto de la banda magnética porque no es necesario deslizar la tarjeta por el datáfono al momento de cancelar, sino que el pago se logra con acercar la tarjeta a menos de cuatro centímetros del lector.
El trámite tarda la fracción del que tiempo que se toma en una transacción convencional, además, la banda magnética ha demostrado ser más propensa a fraudes a nivel mundial.
Es posible que usted ya cuente con uno de estos plásticos en la billetera, debido a que la mayoría de las entidades financieras iniciaron el proceso de cambio de las tarjetas, sin embargo, aún existen algunas que trabajan en la infraestructura para ponerlas en marcha.
Únicamente, el 5% de las tarjetas emitidas poseen ambas tecnologías, según el BCCR.
El país cuenta con 29 emisores y cerca de 8 millones de tarjetas emitidas, de las que 6 millones corresponden a plásticos de débito y el resto de crédito.
Desde enero de este año, la utilización de chips inteligentes y la tecnología de pago sin contacto, debe ser aplicada en toda nueva tarjeta que se emita.
Para el 2018, todas las tarjetas en circulación deben haber sido reemplazadas con el nuevo sistema, sin importar la fecha de vencimiento.
Y, al lado de la incorporación de tecnología EMV y de pago sin contacto, los plásticos deben embozar el Código Internacional de Cuenta Bancaria (IBAN, por sus siglas en inglés), que posee 21 dígitos y sustituirá a la cuenta cliente a finales de 2016.
Estas novedades involucran toda la infraestructura relacionada con este producto, por lo que los cajeros automáticos y los datáfonos en manos de los comercios también deben variar.
En el caso de los ATM, el 50% del inventario debe procesar tarjetas EMV al final del presente año y, posteriormente, completar el 100% a finales de 2017.
Por ahora, más de 100.000 puntos de venta aceptan pagos con tarjetas con chip y por proximidad, dijo Carlos Melegatti, director de la División de Pagos del Central.
El Reglamento establece que, luego de su aprobación, todo nuevo datáfono que sea adquirido debe recibir pagos por proximidad.
Se estima que entre 3 y 4 años, el país tendrá un ecosistema de proximidad seguro y eficiente.
El Central dejó previstas las tecnologías para que en el momento que se defina utilizar un PIN a la hora de realizar un pago, se deba cambiar la infraestructura de los puntos de venta. Por ahora, esto no será requerido.
Avance en los bancosLa implementación de la nueva infraestructura de cajeros automáticos y redes de puntos de venta, se une al cambio de plásticos, lo que implica una inversión por parte de las entidades financieras que emiten tarjetas.
Las entidades asumen los costos, sin transmitirlos al comercio o al cliente.
El 50% de los tarjetahabientes del BAC Credomatic, el principal emisor del país, cuenta con tarjetas con chip y la expectativa es migrar el 100% del parque durante este año. Más del 90% de sus comercios afiliados ya tiene la tecnología EMV en sus datáfonos.
En 2013, Scotiabank inició el proceso de cambio de tecnología, al igual que BAC Credomatic. Actualmente, el 60% de los plásticos está en línea con las disposiciones del nuevo reglamento. Los cajeros automáticos están listos para procesar estas tarjetas, al igual que las terminales.
Todas las tarjetas de crédito Visa de ese banco se emiten con tecnología dual, pero las Mastercard será a partir de junio 2016.
Davivienda, otro emisor privado, ya emite las nuevas tarjetas, pero el 100% de las sustituciones y renovaciones se tramitarán en marzo de este año con las nuevas tecnologías. Eso sí, todos los cajeros están listos.
Por el lado de los bancos públicos, el Banco de Costa Rica (BCR) está iniciando el proceso para adquirir las certificaciones de Visa y MasterCard. Sin embargo, la entidad ha avanzado en la modernización de los ATM, que está en un 50%. El 99% de los datáfonos ya acepta tarjetas con chip, y la entidad solicitó la certificación para que procesen tarjetas con proximidad.
El Banco Popular, por su parte, aseguró que el 80% de las tarjetas de crédito cuenta con el chip, y estima que en 2018 estará completado el cambio.
Bancrédito aún no ofrece plásticos con las nuevas tecnologías, pero está en proceso de hacerlo. La meta es terminarlo a mediados de 2017 para el caso de tarjetas de crédito y, a finales de ese año, para las de débito.