Tomás Soley asumió la Superintendencia General de Seguros (Sugese) desde noviembre de 2012.
En ese momento, destacó que su labor se enfocaría en dos puntos medulares: avanzar en el área de supervisión basada en riesgos y en prestar mayor atención a los asegurados y sus reclamos.
Cuatro años después, la entidad afirma que se han dado avances en la aplicación de un modelo de gestión de riesgos. También reveló los cambios normativos que vienen en camino así como la situación actual del mercado.
¿Cuánto se ha avanzado en la supervisión basada en riesgos?
El proyecto de la Superintendencia hacia 2017-2018 es mirar a un modelo más prospectivo, obligar a la aseguradora a que haga su gestión de riesgos y de aquí hacia adelante vea qué fortaleza financiera tiene y no si cumplió con la fotografía de hoy.
“Ya hay un diagnóstico inicial. Durante este año se tratará una hoja de ruta y un proyecto base, y es un proyecto que tomará dos o tres años.
“En dos años y medio, hicimos un plan piloto con cuatro compañías, las más grandes del mercado, para ir probando la metodología en cuatro áreas: evaluación, recursos y estructura del órgano supervisor, la comunicación con terceros para recibir retroalimentación y, el último, el plan de lanzamiento.
“Este año, se realizará el piloto con dos aseguradoras más”.
En este año, ¿qué cambios normativos serán prioridad?
Una de las prioridades es la supervisión basada en riesgos. Estamos en una fase de prelanzamiento, en el sentido de que la metodología está bastante acabada. Trabajamos en la etapa de hacer la normativa y establecer una fecha de aplicación formal.
“Hay varios reglamentos vinculados como el de gobierno corporativo y tecnologías de información, que son transversales en las superintendencias.
“Dos normas saldrán en el primer y segundo semestre. La primera es de riesgo catastrófico y la otra el seguro de caución”.
¿Ha mejorado la atención de consultas del asegurado?
Cuando uno veía la apertura, la idea era que esto se tradujera en alguna mejora para el cliente.
“Lo que queríamos hacer era empezar por una mejora en ese servicio, porque si bien estaba la opción de evacuación de dudas habilitada, el volumen había crecido y había espacios de mejora.
“Había dos tipos de queja: la primera, que no le habían respondido (las aseguradoras tienen 30 días para responder a consultas), y el lapso de respuesta ha mejorado. La segunda queja era que las respuestas eran muy escuetas, ahora se presta más atención a este detalle”.
¿Cuáles brechas de información persisten?
En lo que hay que trabajar mucho es en los seguros obligatorios, pero no de ley, sino aquellos que están ligados al sistema financiero. Hay un gran desconocimiento y poco interés, porque el consumidor no está buscando un seguro, sino un crédito.
¿Cómo solucionarlo?
Dentro de las estrategias del próximo año, está el tema de la inclusión financiera, en donde estaremos revisando la normativa, para determinar un balance de cuánta información deben revelar las compañías para que el consumidor conozca lo que está adquiriendo, pero que no sea excesivamente pesado para que haga frustrante la compra de seguros.
¿Cuáles son las pólizas con las que el consumidor se ha familiarizado más?
En el nicho de pólizas voluntarias, la línea de seguros de vehículos es la más penetrada. Capturan el 35% de primas, siendo la línea se seguros más importante.
“Hay unos dos millones de vehículos, y de repente están asegurados cerca de un 20%. El grueso de esos vehículos son particulares; hay una clase media que está protegiendo sus autos”.
¿Dónde hay competencia?
El nicho menos atomizado puede ser el de vehículos, donde 89,9% es capturado por el INS, pero hay seis compañías compitiendo, inclusive, ha habido hasta guerra de precios. Aun así, las empresas privadas han aumentado su participación, pasando de 7% a casi 11%, del 2014 a 2015.
“En vida, el 31% de las primas está en empresas nuevas, y en salud es el 50%. Hay una serie de compañías que ingresaron al mercado con una apuesta, en estos nichos que contaban con un servicio desatendido”.
¿Cómo se posiciona el mercado de seguros de Costa Rica, en la región?
Los datos que tenemos del 2014 indican que el 2,3% del PIB Costa Rica corresponde a primas de seguros. Guatemala tiene 1,4% y Panamá tiene un 3%. Si lo vemos en términos de gasto per cápita en seguros, es un dato interesante que revela las diferencias de ingresos en los países de la región, Costa Rica está gastando en seguros $234 por año; México $220.
“Costa Rica tiene la ventaja de ser una economía de ingreso medio y la inversión extranjera directa ha traído empresas que brindan como incentivo a sus empleados seguros y esto ha dinamizado también el mercado”.