Washington.- La Reserva Federal (Fed) de EE.UU. decidió este 17 de setiembre no subir los tipos de interés de referencia en el país, que siguen entre el 0 y el 0,25%, y postergar así el esperado inicio del ajuste monetario al citar "acontecimientos económicos y financieros globales".
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La decisión se tomó con nueve votos a favor y uno en contra, el de Jeffrey Lacker, presidente de la Reserva Federal de Richmond.
Aunque la economía de EE. UU. continuó la expansión a "un ritmo moderado", el comunicado de la Fed remarcó que "los acontecimientos globales económicos y financieros pueden frenar de algún modo la actividad económica y probablemente pongan mayores presiones a la baja sobre la inflación en el corto plazo", en clara referencia a la volatilidad experimentada por China en las últimas semanas.
Asimismo, y a la conclusión de su reunión de dos días, el banco central estadounidense elevó las previsiones de crecimiento de EE. UU. ligeramente hasta el 2,1% este año, frente al 1,9% pronosticado en junio, y rebajó las de 2016 al 2,3%, comparadas con las del 2,5% de hace tres meses.
La presidenta de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU., Janet Yellen, defendió la decisión de aplazar el alza de tipos de interés por la volatilidad financiera global, las dudas sobre algunas economías emergentes como China y la fuerte apreciación del dólar.
"La situación en el exterior aconseja una vigilancia estrecha", aseguró Yellen en su rueda de prensa posterior a la reunión sobre política monetaria en EE.UU., en la que la Fed decidió mantener los tipos de interés entre el 0% y el 0,25%.
La presidenta reconoció, además, que las "exportaciones netas habían supuesto un freno" a la actividad económica como reflejo a la apreciación del dólar en los últimos meses, y agregó que los "factores transitorios" que se encuentran detrás de la baja inflación "todavía tardarán un tiempo para desaparecer totalmente".