Según el Banco Central, el crecimiento real de la producción para el 2016 sería de 4,2%, con lo cual mantiene la misma estimación que había definido en enero pasado.
Paralelamente, la entidad monetaria dejó sin cambio su la meta de inflación en 3% (más o menos un punto porcentual) para este período.
Así lo señala en la revisión del Programa Macroeconómico 2016-2017 que fue publicada la tarde de este sábado 30 de julio.
Aunque el porcentaje de aumento real en el Producto Interno Bruto (PIB) para este año se mantiene invariable, para el 2017 se estima que crecerá levemente hasta 4,3%.
En lo que respecta a la meta de inflación, medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la junta directiva de la entidad decidió mantener la que había establecido a principio de año (3%) a pesar de que el indicador interanual acumula 12 meses de variaciones negativas.
El Central publicó hasta hoy la revisión del programa, dado que según su ley orgánica tiene plazo hasta este día para dar a conocer resultados del semestre y lo que espera para los próximos meses.
Según el Central, el aumento del PIB para este año obedece a que sectores como los servicios profesionales, científicos, técnicos y de apoyo crecerían un 7,7%; los servicios financieros y seguros un 9,8%, la manufactura que aumentaría 5,6%, los cuales están entre los de mayor dinamismo.
Por el contrario, el campo de la construcción seguirá decaído debido a que en comparación con el 2015, en este momento existen menos proyectos de gran tamaño en ejecución.
"La actividad de la construcción caería 5,8% en el 2016, debido a la disminución en obras civiles no residenciales (edificaciones comerciales) y al efecto que sobre la base de comparación tuvo la ejecución en el 2015 del proyecto hidroeléctrico Reventazón y la conclusión del City Mall", dice puntualmente el informe del Central.
El sector agropecuario mantendría una lenta recuperación que la alejaría aún más de los porcentajes negativos que tuvo a lo largo del 2015.
En esta rama se superarían los efectos adversos que ocasionó el fenómeno de El Niño en el 2015 sobre los principales productos de exportación que son el banano y la piña. El porcentaje de crecimiento anual tendría un cambio del -2,9% a un aumento del 4,2% entre el 2015 y el 2016. "Para el 2017 el crecimiento sería 4,0% sustentado en mejoras en rendimientos, particularmente en productos dirigidos al mercado externo".
El consumo privado, uno de los factores que más importancia relativa tiene sobre el comportamiento del PIB, se espera que crezca 4,3%. Por su parte, el consumo de Gobierno se quedaría en 1,3%, más de un punto por debajo del crecimiento del año anterior.
El déficit de la cuenta corriente sería de 4,2% del PIB, un porcentaje que se mantiene cercano al que fue planteado incialmente en enero pasado y que toma en cuenta el crecimiento local y del resto del mundo.
Cambio en el crédito
Uno de los factores que sí cambió con respecto al Programa presentado en enero pasado es la proyección de crecimiento para el crédito al sector privado.
Al inicio del año el Central proyectó que este renglón de la economía aumentaría en total 9,1%, crecimiento que se dividiría en 11% para las operaciones en colones y 6,5% para las que se hicieran en moneda extranjera.
Sin embargo, la nueva proyección es de 8,1% en el total de aumento para el 2016, el cual estaría compuesto por un notable ajuste en el crédito en colones que pasaría a 8,2%, mientras que en dólares el aumento sería de 8%.
Desde el inicio del 2016 el Central ha insistido en que se procura que los agentes económicos (personas y empresas) utilicen en mayor medida el crédito en moneda nacional, pero las cifras revelan que sigue siendo importante la demanda por préstamos en moneda extranjera.
"Es de esperar que las medidas del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) y del Banco Central incentiven la preferencia por operaciones denominadas en colones. Esta condición estaría apoyada en el proceso gradual de internalización del riesgo cambiario por parte de los agentes económicos, el encarecimiento de la liquidez internacional y la aplicación de medidas de carácter prudencial", señala el documento publicado hoy.
Parte de las medidas aplicadas para desincentivar la dolarización crediticia se aplicaron desde el 2015, por ejemplo con un encaje del 15% a todo financiamiento que hicieran las entidades financieras en el exterior. También se incluye la implementación de mayores provisiones a los bancos para los créditos que otorguen a quienes no son considerados como generadores de moneda extranjera.
Los resultados en el comportamiento del crédito hasta ahora mostraron una desaceleración de las operaciones en dólares, pero esta no fue suficiente para disminuir al punto que el Central prevía al inicio de año.
VEA: 78% de los créditos en dólares pertenecen a deudores que ganan en colones.
"Los agentes económicos mostraron mayor preferencia por el ahorro denominado en colones, el cual incrementó su participación relativa entre 1,3 y 1,8 puntos porcentuales en los 12 meses terminados en junio, congruente con el mayor premio por ahorrar en moneda nacional; no obstante, debe señalarse que hacia finales del período en comentario hubo indicios de preferencia por instrumentos en dólares, en el tanto ese premio tendió a disminuir (expectativas de mayor depreciación cambiaria)", añade el BCCR en su Programa Macroeconómico.
Sobre el comportamiento de las tasas del interés, el Central considera que aún se mantiene el proceso de transmisión de las disminuciones de la Tasa de Política Monetaria (TPM) hacia el resto de los intereses en moneda nacional, que desde enero del 2015 hasta el 26 de julio pasado el promedio en la tasa de interés activa de los intermediarios financieros había bajado 2,5 puntos porcentuales.
Menos dólares disponibles
El BCCR también ofrece una explicación acerca del incremento en el tipo de cambio o aumento en el valor del dólar en los últimos meses, aunque señala que la tendencia se presentó desde noviembre del 2015.
El Central argumentó que el el precio local de la divisa aumentó debido a que se presentó un menor superávit de dólares del sector privado, a que hubo una mayor demanda del Sector Público No Bancario por tener un menor endeudamiento externo del Gobierno y por el incremento en el precio de las materias primas, específicamente por una factura petrolera más alta en el periodo que va de mayo a julio con respecto a los meses previos.
También menciona que se generó más demanda de dólares por las importaciones y estas asociadas al mayor dinamismo de la actividad económica, por una menor ganancia en los términos de intercambio con respecto a lo observada un año atrás y porque también hubo un aumento en la posición en divisas por parte de los intermediarios cambiarios.
Mientras que el superávit promedio de las negociaciones de los intermediarios cambiarios en sus transacciones con el público en general era de $5,7 millones en el 2015 durante 143 días hábiles, en el 2016 y en la misma catidad de sesiones ese exceso disminuyó a $2,5 millones.