Tras una semana de consultas, el Gobierno anunció este mediodía acciones en varios frentes para frenar el ingreso de capitales foráneos, recursos que desde principios de año ha obligado al Banco Central a destinar más de $150 millones a la defensa del tipo de cambio.
Las tasas de interés, cuya diferencia con respecto a las extranjeras atraen a los inversionistas, es el primer frente de acción.
Para reducir ese atractivo, Casa Presidencial procurará una reducción en los intereses que paga el Gobierno por los recursos que capta para financiar sus operaciones. "No sabemos hasta que punto, pero sentimos que hay espacio para estrechar este margen", aseguró Luis Liberman, vicepresidente de la República.
"La tasa ha venido bajando. Un bono a tres años que en se colocaba con una tasa del 12% antes, el lunes se colocó con un interés de 8,9%. Vamos a seguir haciendo esto hasta donde el mercado nos lo permita. No vamos a renunciar totalmente a captar fondos en el mercado", puntualizó, por su parte, Edgar Ayales, ministro de Hacienda.
También con el fin de reducir los rendimientos, la presidenta Laura Chinchilla firmará una directriz para los bancos estatales que pone un límite al porcentaje adicional que las entidades financieras pagan a los grandes ahorrantes como el Instituto Nacional de Seguros (INS) y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La directriz estipula que la colocación de nuevas inversiones de las instituciones públicas se harán en los bancos estatales y que estos evitarán utilizar la tasa de interés como instrumento exclusivo para motivar dichas colocaciones.
El Gobierno también recurrirá a crear un recargo adicional en los tributos que pagan los rendimientos financieros para desincentivar la llegada de capital especulativo.
Este recargo sería de un 25% adicional al 8% ya vigente, especificó Liberman durante la conferencia de prensa en la que se anunciaron estas acciones. Presidencia todavía no ha facilitado el texto del proyecto de ley a la prensa.
Este mecanismo deberá ser aprobado en la Asamblea Legislativa, junto a la creación de un encaje para las inversiones de personas y compañías extranjeras.
En los últimos días, el fuerte ingreso de capitales extranjeros ha copado la agenda de Casa Presidencial. Estos recusos han mantenido el tipo de cambio en el piso de la banda cambiaria (¢500), lo que obliga al Banco Central a comprar la divisas y lanzar colones al mercado, lo cual puede complicar el control de la inflación.
El viernes anterior, el Banco Central completó su programa de acumulación de reservas por $1.500 millones, el cual regía para el 2012 y el 2013.
Alivio
El anuncio de las acciones, y sobretodo la ausencia de menciones al sistema de tipo de cambio devolvió la tranquilidad al sector exportador, que se opone a cambios que permitan una mayor apreciación del colón con respecto al dólar.
La preocupación del sector se disparó a finales del año pasado con las declaraciones de Rodrigo Bolaños, presidente del Banco Central, durante una conferencia de prensa. En esa oportunidad el presidente del ente emisor expresó su preocupación por el efecto que el ingreso de estos capitales tienen sobre el crecimiento de la inflación.
Durante una serie de reuniones entre Liberman y representantes empresariales, realizadas la semana pasada, llovieron las llamadas de atención con respecto a las posibles repercusiones de cambios en el esquema de bandas.
"Recibimos con agrado el anuncio de estas medidas. Creemos que reducir las tasas de interés es el camino correcto. Seguiremos luchando y esperamos que se anuncie el Programa Macroeconómico del Banco Central. Si aceptan una meta de inflación un poco mayor eso nos terminará de dar tranquilidad", comentó Mónica Segnini, presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco).