El crecimiento de la economía de Costa Rica, medida por el Producto Interno Bruto (PIB), depende del vigor que muestren este año los principales socios comerciales, entre ellos, Estados Unidos.
Además, se espera que el aumento esperado para este año sea movido por algunas actividades locales, en especial las relacionadas con los servicios de telefonía celular e Internet.
Según el Banco Central y su reciente Programa Macroeconómico, la variación del PIB entre el 2015 y el 2016 presentaría un aumento importante, al pasar de 2,8% a 4,2%.
Sin embargo, estos datos pueden variar, pues se espera que en las próximas semanas se anuncie una nueva medición del PIB.
Más allá del nuevo cálculo, ¿cómo se lograría ese impulso de más de un punto porcentual?
Según la autoridad monetaria, el mecanismo que levantaría la producción local sería el mayor dinamismo mostrado por los principales socios comerciales del país, específicamente EE. UU., que ya muestra una mayor recuperación.
Como segundo aspecto, está el dinamismo de algunas actividades locales, es decir, un mayor gasto interno.
Además de los servicios de comunicaciones, también se espera un repunte en un sector del turismo (comercio, restaurantes y hoteles) y en los servicios prestados a las empresas (los que se exportan en centros de llamadas e informática).
También se estima que el efecto del fenómeno del El Niño ya no esté presente y, por lo tanto, deje de afectar negativamente la agricultura, la cual pasó deprimida a lo largo del 2014.
Los términos de intercambio (dinero que entra y sale de Costa Rica) también producirían una mejora en las cuentas nacionales.
Menores precios de materias primas y del petróleo mantendrían una erogación relativamente baja de dólares por esas compras.
Algunos especialistas dudan de que la economía local logre ese brinco, al que califican de drástico. Reconocen que, efectivamente, habrá un crecimiento, pero no hay certeza de cuánto.
Mientras tanto, los gremios empresariales tienen diferentes opiniones.
La Cámara de Industrias considera que efectivamente podría darse ese impulso siempre y cuando no se materialicen algunos riesgos, por ejemplo, el aumento de precio en los combustibles que se usan en las industrias, dijo su asesor económico, Pedro Morales.
Por otro lado, la construcción se enfrentará a un año difícil. Los representantes de la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) reconocen la situación, la cual se verá afectada en mayor medida por la desaceleración en las obras públicas, pues la actividad privada es insuficiente para darle un crecimiento más alto.
El turismo tiene otra historia, incluso espera un aumento de su actividad por encima del PIB.
Pablo Heriberto Abarca, presidente de la Cámara Nacional de Turismo, aseguró que proyectan un crecimiento entre el 6% y el 8%, basado en los niveles de reservas que hay en este momento y en la propia recuperación de Estados Unidos.
No obstante, las dudas no se enfocan solo al margen de aumento del PIB, también se dirigen a que ese porcentaje sigue siendo débil y que es incapaz de disminuir el nivel de desempleo que afecta al país.
Además, se menciona el freno que ejercería el problema fiscal que, en definitiva, termina por limitar el desempeño de la economía debido a que la necesidad de recursos de Hacienda establece un piso para las tasas de interés.
Hay que tomar en cuenta que el crédito total tendrá un crecimiento menor este año (11,2% contra 9,1%), más aun si el Central se decide a imponer más restricciones al endeudamiento en dólares, el más utilizado por el sector privado.
Mejora del extranjero
Tanto en Costa Rica como en el extranjero, el consenso es que EE. UU. tendrá un mejor año y que su economía mejorará.
La Reserva Federal (Fed) así lo consideró en diciembre pasado y sus gobernadores decidieron que ya era tiempo de hacer un ajuste a su política monetaria al ver señales de recuperación.
Según las proyecciones que maneja el BCCR, Estados Unidos pasaría de tener un PIB de 2,6% en el 2015 a 2,8% en el 2016. Lo anterior incluye una mejora en los niveles de empleo.
La economista Edna Camacho afirmó que también se espera una leve mejora de las condiciones en Europa.
Esto justificaría el mayor dinamismo de las exportaciones costarricenses hacia las dos zonas más importantes para la economía local.
“Efectivamente, la aceleración en el crecimiento de la producción previsto para el 2016 vendría explicada por el aumento en la demanda externa”, detalló la División Económica del BCCR.
Luis Diego Herrera, economista del Grupo Acobo, añadió que si las condiciones del clima son mejores, las exportaciones de productos como piña, banano y café podrían recuperarse.
Por su parte, la economista de la Universidad Nacional Roxana Morales explicó que el dinamismo del sector externo ocurre porque ya no estaría presente en las cuentas la disminución de ventas al exterior que hacía Intel.
Además, porque las ventas de “equipo de precisión y médico” presentaron dinamismo hasta noviembre del 2015: las cifras acumuladas indican un incremento del 22% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Además, hay que revisar con calma las exportaciones totales del año pasado, que hasta noviembre pasado caían un 15,5% respecto del 2014.
“Si tomamos el monto total de esas exportaciones totales en dichos periodos y restamos el valor del sector ‘eléctrica y electrónica’ (donde se ubica Intel), entonces tenemos como resultado que las exportaciones del país en el 2015 más bien crecieron un 2,17%”, dijo Morales, para explicar el aumento de las ventas de bienes y servicios al exterior.
Movimiento local
Otro de los soportes del crecimiento del 2016 será el mercado local, es decir, lo que se compra y se vende dentro del país.
“Costa Rica registra un choque favorable en los términos de intercambio con un impacto positivo en el ingreso disponible. Esta situación ha permitido que la demanda interna presente tasas de crecimiento robustas, lo que a su vez favorece el desempeño de las industrias que producen para el mercado interno”, explicó el Banco Central.
Morales detalló que serán el consumo privado y la inversión privada las principales bases de ese movimiento interno, y dentro de esta última, la inversión extranjera directa, la cual sería mayor este año.
A pesar de esas expectativas, Edna Camacho insistió en que el porcentaje proyectado sigue siendo débil y se mantiene la amenaza del déficit fiscal.
Ya sea financiando el déficit del Gobierno o aumentando los impuestos, cualquier medida constituye un peso que atentaría contra el crecimiento, dijo el economista Danilo Montero.
A lo anterior se podría sumar un menor crecimiento del crédito. Si la tasas en colones suben, será difícil que las personas y empresa se endeuden más.
Al final, se reduciría el poder de compra de los consumidores, sobre quienes al final recaerá buena parte del impulso económico interno del 2016.
PIB nuevo
Medición: Según las autoridades del Banco Central, en las próximas semanas el país estrenará un nuevo año base del Producto Interno Bruto y su forma de medición. Para esto la entidad emitirá una adenda al Programa Macroeconómico en la que divulgue las nuevas cifras, las cuales se espera reflejen de mejor manera y con más actualidad lo que sucede en la economía nacional.
Fuente BCCR.