La caja única del Estado funciona como un banco para las instituciones públicas, pues poseen un número de cuenta cliente y opciones para manejar dólares y colones.
Además, tiene la posibilidad de solicitar acceso por medio de un portal de Internet para los usuarios que cuenten con esa opción.
El concepto de caja única fue reconocido en la Ley de la Administración Financiera de la República y Presupuestos Públicos del 2001.
De acuerdo con este mecanismo se giran los recursos para toda organización pública, entre las que están las pertenecientes al Gobierno Central, municipalidades y juntas de educación, que son los grupos encargados de administrar los centros educativos públicos de primaria y secundaria.
Según Mauricio Arroyo, subtesorero nacional, actualmente 131 entidades hacen uso de sus cuentas por medio de Internet, las cuales representan una minoría del total inscritas (1.674 a agosto pasado).
El esquema actual de administración empezó en el 2004.
Arroyo explicó que otras organizaciones, que incluso no están obligadas a depositar su dinero, ya han solicitado hacer uso de la caja única como el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), la Cruz Roja Costarricense y los recursos que generan las propias municipalidades.
Una cuenta por pagar
El monto que una entidad tenga como saldo en una de sus cuentas y que dependa de giros del presupuesto nacional se constituye en un pasivo o cuenta por pagar para el Ministerio de Hacienda.
Acreditar ese monto a la caja única evita que el dinero salga por completo del erario y se mantenga en la cuenta en el Banco Central de Costa Rica.
Si estuviera fuera, en otras entidades, la Tesorería tendría que hacer efectivo todos los recursos para un periodo determinado y entregarlos en las cuentas bancarias de las instituciones.
El dinero que permanezca en la caja única no recibe rendimientos ni intereses.
Por lo tanto, un monto sin ejecutar de años anteriores, constituye un financiamiento sin costo para Hacienda, mientras las entidades ejecutan o dirigen al destino específico ese monto, explicó Federico Castro, gerente de Administración Financiera de la Contraloría General de la República (CGR).
Más control
Según Arroyo, el esquema actual permite a Hacienda tener un mejor seguimiento y control de las ejecuciones presupuestarias.
Además, en el pasado, cuando se manejaba por medio de cuentas bancarias, Hacienda tenía la imposibilidad de ver el desempeño de los recursos, pues por secreto bancario no le era revelada la información.
La CGR también da seguimiento al uso de los recursos por medio de los saldos de las entidades en la caja única.