El gasto de los hogares costarricenses se reducirá en el 2017. Las proyecciones actuales apuntan a un incremento más moderado de las erogaciones que hacen las personas en el ámbito privado.
¿De cuánto será? La proyección del Banco Central es que el aumento será de 4,1% el próximo año, mientras que la variación esperada para el 2016 es de 4,3%.
La diferencia en esas décimas porcentuales significa ¢12.384 millones menos de gasto en el 2017 si se toma como referencia el comportamiento de este año.
Estas fueron parte de las cifras que se presentaron y se analizaron en el seminario "El consumo en el 2017", organizado por EF, el pasado 18 de octubre, en el Auditorio Nacional del Museo de los Niños.
El gasto privado de los hogares fue analizado por el economista, Thelmo Vargas, y el subgerente general del Banco Nacional, Bernardo Alfaro, quienes explicaron cuál es la tendencia del consumo y de otras variables como la confianza de los consumidores y las expectativas económicas de las empresas.
La actividad la cerró el director de la división de estadística del Banco Central de Costa Rica (BCCR), Henry Vargas.
Para Thelmo Vargas, el comportamiento del consumo estará en un rango menor al esperado en el 2016 debido a varias razones, entre las que están un desempleo relativamente alto, una expectativa de mayores tasas de interés y un entorno internacional con crecimientos moderados.
Para el gerente general del BCCR, Eduardo Prado, el aumento del gasto será muy similar entre este año y el próximo. "En el caso costarricense, hemos estado creciendo en los últimos trimestres a tasas por encima del 4% (...) y el consumo es una de esas variables que ha contribuido".
Sin embargo, Prado también advirtió que una de las amenazas para el crecimiento esperado es el peso del déficit fiscal pues, si eventualmente genera mucha presión en el mercado, afectaría las tasas de interés.
A pesar del descenso esperado para el consumo, el comportamiento general de esta variable ha sido estable al tomar en cuenta los años recientes, por lo que la disminución prevista tampoco representa un desplome.Según la nueva tasa trimestral anualizada calculada por el BCCR, desde finales del 2011 el gasto de los hogares se mantiene en un rango de crecimientos entre 3% y 5%.
Para las autoridades del BCCR, esa estabilidad en el consumo se explica por un mayor ingreso disponible, una mejora en los términos de intercambio con el exterior (reducción en el precio del petróleo), una inflación baja, mayor poder adquisitivo de los salarios reales y mejoras en el acceso al financiamiento bancario.
Importancia en la economía
Desde el punto de vista de la demanda agregada, el consumo de las familias es una parte relevante en la economía.
Dentro de las cuentas del nuevo Producto Interno Bruto (PIB) con base en el 2012, el peso relativo para el 2016 es de 67,5%. Esta importancia ha sido estable desde el 2014, luego de que años anteriores tuviera una tendencia creciente.
Para Alfaro, la importancia también se manifiesta en el crecimiento que ha tenido en los últimos años, pues el promedio de aumento interanual ha sido mayor al logrado por la economía medida por el PIB.
Otro de los elementos que resaltó Alfaro es la importancia que ha adquirido el consumo dentro de la cartera total de crédito del sistema financiero, pues en los últimos siete años su peso relativo aumentó en cuatro puntos porcentuales, al pasar de 28% a 32%.
En segundo lugar se ubican los préstamos destinados a la compra de viviendas, que en definitiva también se puede considerar una erogación por parte de los hogares.
Condiciones futuras
En el corto plazo, las condiciones para gasto privado reflejan moderación.
Tanto Thelmo Vargas, como Alfaro, coincidieron en que los indicadores de confianza del consumidor no son los mejores en este momento y tampoco se vislumbra una mejoría sobresaliente.
Para Alfaro, el panorama macroeconómico no es favorable para una recuperación vigorosa de la capacidad de consumo, lo cual va de la mano con una demanda del crédito también modesta, lo que a su vez impide un mayor aumento de la economía.
Otro de los factores que actúan en contra de mayores crecimientos es el endeudamiento de las personas o familias, pues según el subgerente del Nacional, a la fecha, existen familias que tienen un alto grado de endeudamiento, aunque no detalló cifras.
Alfaro añadió que la expectativa de crecimiento del saldo de la cartera de crédito del Nacional es de 11% para este año y que para el 2017 esperan el mismo aumento.
Si las personas quedan imposibilitadas para solicitar más préstamos, entonces, también lo estarán para realizar compras de bienes duraderos e importantes desde el punto de vista de costo.
Adicionalmente, el desempleo (9,4% en el segundo trimestre del 2016) es asociado como un factor que puede frenar el consumo pues, ante la carencia de actividades remuneradas o la expectativa de perder trabajo, las personas limitan sus gastos.
Junto con estas razones, el problema del déficit fiscal fue mencionado recurrentemente. Si la necesidad de recursos para el financiamiento de gastos del Gobierno llega a generar presiones o estrujamiento en el mercado, las tasas de interés subirán.
A su vez, esto puede generar dos efectos: uno consiste en aumentar el monto de las cuotas de los préstamos vigentes en colones con tasa variable. En el caso de una persona, eso se traduce en que debe pagar una mensualidad más alta y con eso reducir su gasto en otros bienes y servicios.
El segundo efecto sería una disminución en la demanda de nuevos créditos, pues los intereses altos impedirían un alza mayor del financiamiento y habría también un freno al crecimiento general de la economía.