La firma calificadora de riesgo Fitch Ratings cambió la perspectiva para la economía de Costa Rica de estable a negativa, según indica un comunicado de la empresa dado a conocer este 22 de enero y con origen en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
Fitch reafirmó la calificación soberana para Costa Rica en BB+, lo que aún sitúa al país en lo que se denomina como la parte alta del grado especulativo.
Según la firma, el alto déficit fiscal del país, el menor crecimiento económico y las dificultades para implementar las reformas fiscales en la última década son los elementos que han conducido a un empeoramiento de la dinámica de la deuda.
El ministro de Hacienda, Helio Fallas, dijo que este cambio en la perspectiva es una llamada de atención para el país, pues a las labores de recaudación y control de gasto debe unirse una reforma legal para los impuestos de renta y del valor agregado.
En un comunicado de prensa, Fallas afirmó que mantener la calificación de riesgo sobre Costa Rica es un reflejo de la confianza de los analistas internacionales sobre la política fiscal del Gobierno.
Además, agrega que las condiciones de financiamiento del Gobierno se están deteriorando porque se ha reducido la capacidad de absorción de los inversionistas locales y porque también crece la presión sobre las tasas de interés internacionales.
En el análisis de Fitch se consideró que el déficit presupuestario aumentó por quinto año consecutivo y menciona que el observado en el 2013 y 2014 corresponde a la ejecución más débil desde 1980. "Esto refleja un deterioro estructural de las finanzas públicas", dice el informe.
Entre las observaciones negativas al gasto público, se menciona que los pagos por intereses pagados en relación con los ingresos incrementaron por encima del 17% en el 2014, porcentaje que es más del doble del promedio que tienen los países con calificación BB que es de 7%.
Como parte de los pronósticos, Fitch mencionó que la actividad económica de Costa Rica podría desacelerarse y quedar por abajo del estimado 4% en el 2015. La razón de este efecto sería el traslado de una gran planta de fabricación de microprocesadores.
Las autoridades económicas del Banco Central, manifestaron a lo largo del 2014 que el efecto de la salida la manufactura de Intel de Costa Rica se vería con más claridad en el 2015.
En el programa macroeconómico del Central de julio del 2014 incluyó un crecimiento real del Producto Interno Bruto (PIB) de 3,6%, pero en proyecciones dadas a conocer en diciembre pasado, el pronóstico bajo una décima y se ubicó en 3,5%.
Douglas Montero, gerente de mercado internacional del puesto de bolsa Mercado de Valores, aseguró que el pronunciamiento de Fitch es una advertencia muy clara sobre las condiciones que tiene el país.
Para él, las noticias económicas y políticas que han salido de Costa Rica en los últimos meses afectan el posicionamiento en los mercados internacionales. Añadió que el deterioro de las relaciones políticas hace pensar a los analistas que crece la dificultad para que se llegue a un acuerdo fiscal mediante una reforma en la Asamblea Legislativa.
Respecto al déficit fiscal, la estimación más reciente es de 5,8% del PIB para el 2014, pero Fitch espera que para el 2015 y el 2016 este indicador supere el 6% del PIB.
En setiembre del 2014 otra de las firmas calificadoras, Moody's, rebajó la ponderación para Costa Rica, pasándola de Ba1 a Baa3. Ese movimiento le costó al país la pérdida de lo que se denomina como grado de inversión, el único que tenía por parte de alguna de las grandes firmas evaluadoras.
Antes de ese descenso, Moody's había advertido que si no ocurrían mejoras en los temas fiscales, el país enfrentaría un deterioro de sus calificaciones.
Es usual que estas empresas varíen las perspectivas o hagan advertencias antes de hacer ajustes a las calificaciones.
Costa Rica enfrenta esta noticia en medio del proceso para emitir los que serían los últimos bonos internacionales de deuda soberana (eurobonos) que inició el pasado 25 de noviembre del 2014. Esa emisión sería por un mínimo de $500 millones y un máximo de $1.000 millones.
Actualmente, el Ministerio de Hacienda debe abrir el concurso para contratar los bancos estructuradores, lo cual haría en los próximos días o semanas. Con esto coincidió Montero, quien dijo que dentro de aproximadamente unos seis meses se podría ver el cambio en la califcación, la cual sería negativa en caso de que el país no lleve a cabo algún ajuste.