El Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) está obligado a mejorar, de forma importante, su eficiencia operativa en cuestión de 24 meses si quiere mantener una operación sostenible como banco comercial, reconoció Gerardo Porras, gerente general de la entidad.
En este momento, la entidad tiene un indicador de eficiencia (gasto administrativo entre activo productivo) del 81,2%, es decir, por cada ¢100 de activo produtivo, destina ¢81 a gasto administrativo. Pero necesita llevarlo al menos al 70% en dos años para que pueda generar las ganancias necesarias y hacer crecer el negocio.
Por ahora, el banco ha logrado recuperar sus utilidades en los últimos dos meses, luego de que en el primer semestre del año cayeran un 88% en relación al año anterior.
Según comentó en su momento Porras a La Nación, ese bajonazo se explicó por tres créditos otorgados a empresas que no pagaron sus deudas. La entidad procedió a aplicar las garantías correspondientes y se adjudico algunos bienes.
Ahora, para mejorar su eficiencia operativa, el gerente explicó –en entrevista con EF este 10 de noviembre– que están aplicando dos medidas: aumentando su cartera de crédito y reduciendo su gasto administrativo.
En cuanto a la cartera, Porras explicó que el plan es que el saldo de préstamos crezca en total entre un 10 y un 15% por año, pero que en el rubro de pymes aumente un 25%. Desde que él tomó las riendas del banco (2013), este nicho ha crecido un 70%.
La ventaja, explicó, es que esa cartera es más sana y tiene un margen de intermediación más alto.
Para colocar más en pymes, el gerente dijo que están negociando dos líneas de crédito con organismos financieros internacionales, aunque no brindó más detalles.
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Del lado del gasto administrativo, el jerarca indicó que quiere bajar el costo de la planilla, aunque eso no significa solo despedir personal. Explicó que, actualmente, el banco gasta ¢15.000 millones anuales en planilla y eso "extremadamente alto".
Su plan es bajar ese costo a ¢12.500 millones (un 15%) y eso pasa por mantener el programa de movilidad laboral y valorar un recorte de personal, pero no ahondó en este punto.
Desde diciembre del 2012 a setiembre pasado, el banco paso de 924 a 775 empleados (149 menos).
Para financiar dicho programa, a partir de ahora, cualquier exceso que se logre en las utilidades netas mensuales (por encima de ¢200 millones) se destinará a cubrir esa salida voluntaria de personal.
Plan estratégico a revisión
Porras aclaró que la necesidad de mejorar la eficiencia fue uno de los puntos que la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) recalcó en un informe de gestión de agosto pasado, el cual los obligó a revisar su plan estratégico.
"Hemos tenido éxito en algunas cosas que planteamos, pero en otras no tanto y vamos a tener que apresurarnos para alcanzar los niveles de utilidad que requerimos, como la eficiencia", afirmó.
En su momento, Porras afirmó que se estaban evaluando otras medidas como: la administración de los fondos de Banca para el Desarrollo, una transferencia del Gobierno de ¢6.000 millones para el plan de movilidad que incluía a 200 empleados, el traslado de negocios del Estado, la aplicación de una norma que dicte que toda institución pública debe abrir una cuenta corriente en Bancrédito y la capitalización por ¢25.000 millones si debe pagar una deuda tributaria.
Sin embargo, esas medidas están bajo análisis.
En la entrevista con EF, Porras rechazó que, en este momento, el banco tenga algun grado de irregularidad financiera, a saber, un deterioro de los indicadores financieros, en específico, de la suficiencia patrimonial.
La suficiencia mide el nivel en que los activos ponderados por riesgo (crédito e inversiones) están cubiertos por el patrimonio. La normativa de Sugef exige que no puede ser menor al 10% (pues de ser así, la entidad es intervenida) y actualmente está en 15,19%.
El jerarca indicó que tampoco están pensando en una fusión con el Banco de Costa Rica (BCR) ni en dejar de ser un banco comercial.
También rechazó que el BCR les haya girado algún tipo de ayuda financiera recientemente. Explicó que, como parte del manejo normal de tesorería, el banco realiza captaciones diarias y generalmente se hacen entre bancos, no solo del Estado si no también privados.
Recalcó que el modelo de negocio del banco es el correcto y que, incluso, el indicador de margen financiero (margen financiero sobre gasto administrativo) pasó de 92% a 116% en estos tres años.
"Tenemos que definir como podemos potenciar el negocio, y eso pasa por revisión de los productos y de la estructura del banco. ¿Qué es lo que tenemos que hacer para generar y potenciar lo que nos da resultados? En eso estamos, pero si no mejoramos la eficiencia, vamos a seguir en el tema (pocas utilidades)", recalcó.
Bancrédito logró un aumento de las utilidades en los últimos dos meses: en setiembre ganó ¢221 millones y en octubre ¢441 millones. En agosto, solo había generado ¢14 millones.
Porras explicó que lo anterior se debe a dos razones: primero, han mejorado la venta de bienes adjudicados. En octubre, lograron vender ¢800 millones.
Segundo, han bajado las provisiones sobre cartera de crédito morosa.
La debilidad financiera de Bancrédito se viene presentando desde hace varios años debido a que ha perdido algunos negocios espefícos con el Gobierno, como el cobro de los impuestos de salida del aeropuerto y, específicamente, en el 2012, la administración del Fondo de Financiamiento para el Desarrollo (Finade), del Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD).
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