El desgaste a nivel psíquico que implican los horarios laborales y las consecuencias de altos niveles de estrés requieren de una inversión de especial cuidado en cuanto a la alimentación.
Antes de decidir, tenga en cuenta que investigaciones científicas recientes demostraron cómo la alimentación influye en el estado de ánimo de una persona.
Al igual que unos alimentos “nutren” el sistema nervioso y favorecen el buen funcionamiento cerebral, otros son perjudiciales. ¿Cuáles son esos alimentos?
La base científica que justifica los “alimentos que nos hacen felices” se relaciona específicamente con el consumo de alimentos con triptófano –aminoácido esencial presente en las proteínas que promueve la síntesis del neurotransmisor serotonina”, conocido como la hormona del humor, explica Marisa Brenes Cabalceta, nutricionista del Centro de Nutrición Larisa Páez.
El estado de ánimo también se relaciona con alimentos fuente de vitaminas del complejo B (responsables de convertir la comida en energía y del buen funcionamiento del sistema nervioso), alimentos fuente de antioxidantes (que neutralizan los radicales libres que se forman como respuesta al estrés) y otros alimentos fuente de minerales esenciales para la sensación de bienestar general, entre ellos el hierro, magnesio, potasio, calcio y selenio.
Si busca mejorar el estado de ánimo la recomendación es que incluya en su dieta chocolate negro, banano, pan y cereales integrales, frijoles, chile, aceites de semillas, frutos frescos, salmón, espinacas, nueces, vegetales, pavo y leguminosas, entre otros, especifica Catalina Barreda, nutricionista de Alimentos Prosalud.
Si por el contario necesita saber cuáles alimentos debe disminuir para mejorar su estado de ánimo, tome nota.
Las comidas altas en grasa son más difíciles de digerir, también la carne roja, harinas refinadas, embutidos, y azúcares, detalla Adriana Alvarado, nutricionista de Nutrición Clínica.
“Los azúcares dan una sensación de felicidad, pero una vez absorbidos producen picos en los niveles de insulina y glicemia, seguido de bajonazos, que llevan a sentirse cansado, con sueño y ansiedad”, afirma Alvarado.
Evite la cafeína en bebidas estimulantes como café, té, chocolate (a pesar de que dan la sensación de más energía, en exceso provocan estrés y nerviosismo), bebidas alcohólicas, tabaco, carbohidratos refinados (pan blanco, repostería, azúcar) al bajar los niveles de azúcar causan una sensación de falta de energía, mala concentración y cambios de humor.
También las grasas saturadas (grasas y alimentos de origen animal) pues dan una sensación de llenura y pesadez conocido como “marea alcalina”, que causa además cansancio, sueño y torpeza física y mental.
Consejos ejecutivos
-Haga un buen desayuno que contenga carbohidrato complejo, fruta y proteína o lácteo.
-Haga meriendas para mantenerse con energía.
-Hidrátese bien con agua. Tenga en cuenta que el café es un diurético y deshidrata.
-Incluya variedad de vegetales en el almuerzo y opte por opciones bajas en grasa.
-No se sale las comidas y procure comer cada 4 horas.
Evite comidas procesadas, repostería, comida rápida. Elija meriendas saludables como frutas, barritas cereal, galletas integrales, bizcochos de maíz horneados, sándwiches, etc.
Respete los horarios de sueño y duerma al menos 7 horas.
7 pecados de un ejecutivo
1. Saltarse las comidas.
2. No tomar agua.
3. No desayunar.
4. Optar por meriendas poco saludables como repostería, comidas procesadas.
5. Comer enfrente del computador o hablando por teléfono.
6. Elegir bebidas azucaradas para almorzar.
7. No incluir vegetales en el almuerzo.