Un país con fuentes de agua escasas, como Israel, puede dar luces sobre cómo manejar el recurso hídrico en países como Costa Rica, con ricos acuíferos, pero bajos recursos y poca planificación para administrarlos.
El Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA) convocó esta semana a una reunión con el especialista internacional en infraestructura para recursos hídricos Shimon Constante, del Miya Water, quien recomendó gobernar todos los recursos hídricos con el enfoque en la eficiencia.
Para él, los Estados deben manejar el agua como un recurso escaso y desde un punto de vista empresarial. "Se parte de la premisa de que esa industria tiene que tener una lógica económica", dijo Constante, en entrevista con EF.
Para la presidenta del AyA, Yamileth Astorga, el agua debe tratarse como un recurso del Estado. "No somos una industria y en eso yo he insistido desde el principio", dijo.
Para él, el secreto está en administrar el agua como un recurso escaso, desde un solo ente rector de todas las aguas del país y con un fuerte énfasis en la educación y el convencimiento de las comunidades.
Las cinco claves
Astorga y Constante coinciden en que un paso determinante para Costa Rica es aprobar una ley de aguas moderna. En Costa Rica, la ley existente data de 1942. "No responde para nada a una gestión correcta del agua", comentó la titular del AyA. En Israel, la ley ordena una planificación con visión de futuro, que no esté atada a los periodos políticos.
El Gobierno, para Constante, debe enfocarse en la gestión integral, dándole un peso suficiente a una institución para que tenga poder sobre todo el uso eficiente del recurso. En el país, el rector es el Ministerio de Ambiente y Energía, pero las decisiones se fumigan entre varias instituciones que no han logrado ponerse de acuerdo a lo largo de varios años, explican especialistas en el tema.
El sistema económico en el que se ha enfocado Israel busca sacarle el mayor provecho a cada gota, al menor costo posible. El agua tiene un costo asignado de acuerdo con su demanda. Costa Rica opera con un modelo tarifario que aprueba la Aresep, pero muchos de los acueductos rurales no se ajustan a estas tarifas.
"Si el precio no justifica el costo, la empresa entra en una crisis financiera, le queda menos dinero para reinvertir. Es el ciclo vicioso del agua. Israel eso lo cortó al ponerle un valor económico al agua", contó el especialista.
En el caso del país de Oriente Medio, los subsidios para comunidades que no tienen para pagar por ella se los da el Estado a la empresa rectora que, aunque sea pública, debe sostenerse financieramente.
La reutilización del agua también es un punto crítico en este enfoque. En el país, las aguas que se utilizan se desechan de inmediato. Israel, en cambio, reutiliza el 72% del agua.
Para la especialista en recursos hídricos de la Universidad Nacional, Andrea Suárez, este es un punto crítico para Costa Rica. "Debemos ir hacia el reuso. Nosotros todo lo desechamos, desde que hacemos el primer uso del agua", dijo la experta.
Constante, que trabaja para una transnacional que ejecuta proyectos de eficiencia del agua, cree que las empresas que manejan los recursos hídricos de cada país deben priorizar el uso eficiente del agua por encima de otros proyectos.
"Un proyecto de reducción de pérdidas cuesta 30% de lo que cuesta una planta de tratamiento", dijo.
La única forma de lograr un uso eficiente del agua en el largo plazo, insiste Constante, es invirtiendo fuertemente en educación para los niños y para las comunidades.
"Se deben hacer campañas llamativas y programas de televisión para niños para que aprendan cómo aprovechar el agua. Israel invirtió cientos de millones de dólares en esto".