Las exportaciones de bienes a Estados Unidos acumuladas a octubre del 2015 cayeron un 11% si se compara con el mismo periodo del año anterior.
Se trata de cerca de $3.877 millones menos colocados en nuestro principal destino comercial.
Tal comportamiento se contrapone al dinamismo que vive la economía estadounidense.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos creció a octubre un 2,2 % en su tasa interanual. .
Entonces, surgen dos cuestionamientos: ¿por qué si Estados Unidos crece, nos compra menos?, ¿está desaprovechando Costa Rica ese ritmo de crecimiento positivo?
Varios son los motivos que dan respuesta. Todos ellos descartan una relación causal.
Causas internas
A lo interno, dos son los hechos que sobresalen.
Desde la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), la reestructuración del sector de componentes electrónicos, con la salida de la multinacional Intel, explica en primer término la caída de las exportaciones de bienes a ese destino.
Según cifras de la Promotora, mientras en 2013 (de enero a octubre) ese sector contabilizaba envíos a Estados Unidos por un monto cercano a los $808 millones, este año la cifra apenas alcanza los $240 millones.
“De la caída total del 11% en exportaciones podemos decir que el 10% responde al sector de componentes electrónicos”, detalló Pedro Beirute, gerente general de la Promotora.
Fue en abril del 2014 cuando la planta local de manufactura de la empresa estadounidense anunció su cierre y el cese de 1.500 contratos laborales.
Así, la interrupción de sus operaciones de Ensamble y Prueba se empezaron a sentir con fuerza a finales de ese año y principio del presente.
Es más, las autoridades aseguran que será a partir del segundo semestre del 2016 cuando los efectos del cierre de la planta sean llevados a su mínima expresión.
En segundo término, el clima le ha jugado una mala pasada al sector.
En los primeros ocho meses del año el sector agrícola ha visto una caída del 10,2% en sus envíos a los Estados Unidos.
Las contracciones más notorias figuran en productos como el banano (–$103 millones) y la piña (–$58,6 millones), que siguen bajo una fuerte incidencia negativa de condiciones climatológicas asociadas a los patrones irregulares de lluvia, como consecuencia del fenómeno de El Niño.
Una reversión sustancial de este fenómeno no se espera hasta inicios del 2016.
En el caso del banano, por ejemplo, se pronostican disminuciones en el volumen producido de hasta un 20% para este año.
“Se trata de efectos derivados de condiciones que escapan por completo al control de las autoridades y de un mercado como el estadounidense”, agregó Alexander Mora, ministro de Comercio Exterior.
Claro está, la caída en las exportaciones a Estados Unidos sería mayor si otros sectores no hubieran salido al paso, como el de dispositivos médicos.
El sector creció un 20% en los primeros 10 meses del año, siendo EE. UU. el principal socio comercial.
Otros productos agrícolas como el café, también frenaron los números en picada. A Estados Unidos los envíos del grano aumentaron un 7%, seguido de países como Bélgica y Autralia.
Causas desde el norteSi bien autoridades y expertos son claros en que la baja en las exportaciones son producto de una baja en la oferta local y no en la demanda, otro factor de la economía norteamericana completa el panorama.
La moderada pero sostenida expansión de Estados Unidos ha tenido como locomotora a los consumidores.
Según el Departamento de Comercio de esa nación, el gasto en consumo personal ha sido la variable que más ha dinamizado la economía.
Solo en el tercer trimestre del año, los gastos de los consumidores avanzaron un 2,05%, en un rubro que supone dos tercios de la actividad económica del país.
Por otro lado, el incremento de las exportaciones en ese periodo fue revisado a la baja, del 1,9 % al 0,9%, mientras que las importaciones repuntaron ligeramente hasta el 2,1%, según la agencia de noticias EFE.
“Si Estados Unidos crece más y compra más, eso afecta negativamente la estimación del PIB de ellos, por eso se tiene un comportamiento cauteloso”, argumentó Luis Diego Herrera, del departamento de investigaciones económicas del grupo financiero Acobo.
Siempre alertas
Sin embargo, más allá de las razones que explican la baja en los envíos a Estados Unidos, los retos se asoman.
Entre ellos, la necesidad de mantener un comportamiento agresivo y propositivo en la búsqueda de nuevos mercados, diversificar aún más la cartera de productos y desconcentrar su valor.
Desde el Ministerio de Comercio Exterior aseguran que esto ha venido pasando pero no descartan que debe mantenerse como una tarea diaria.
Estiman que mientras en 2002 Estados Unidos captaba el 60% de nuestras exportaciones, hoy ese porcentaje ronda el 40%.
“Nosotros tenemos la obligación de seguir promoviendo a Costa Rica en ese mercado pero a la par de estrategias que nos potencien en otros destinos”, añadió el ministro Mora.
Al mismo tiempo, se señala la necesidad de atacar temas como la competitividad país y la urgencia de agregar valor a los productos, como temas que podrían inclinar la balanza.
A la fecha, la oferta exportable de Costa Rica supera los 3.000 productos.
Así algo queda claro, dependemos de nosotros mismos para cercrecer.