El director de Planificación del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Javier Orozco, explicó a EF las medidas que tomará el ICE para garantizar la sostenibilidad de su sistema, aunque estas medidas puedan retrasar los cambios disruptivos que traen consigo las energías alternativas. A continuación, un extracto de la entrevista:
–¿Le preocupa al ICE la gran irrupción de los paneles solares?
–El juego no está en decir "me preocupa mucho" sino en adaptar los sistemas para que las sociedades puedan sacar provecho de una tecnología que es cada día más barato. ¿Va a haber cambios? Sí, pero no será de la noche a la mañana. ¿Qué pasa si un día X se le daña el inversor o si el día está muy nublado? Demanda respaldo de potencia. Le pongo un ejemplo: si todo el mundo tiene paneles solares en la casa menos usted, y la tarifa solo incluye el cobro por kw/h, todo el costo del sistema se lo cobrarían a usted.
"O si no, se lo cobrarían a la empresa distribuidora, que terminaría quebrando. De la noche a la mañana, sería un caos, pero eso no se da de la noche a la mañana".
–En el Plan de Expansión Eléctrica del 2013 se preveía que este proceso podría tardar décadas. ¿Se mueven esas proyecciones con la nueva realidad?
–Es muy parecido porque la curva de abatimiento del costo del solar no es algo que nos sorprenda. Es algo que viene desde hace años y es algo totalmente esperado. Eso no es ninguna sorpresa.
–¿Qué está pensando hacer el ICE para adaptarse a ese cambio?, ¿cómo podría diversificarse?
–En general, las empresas eléctricas tienen que cambiar de mentalidad, de ser proveedores de kw/hora a ser proveedores de servicios energéticos. Si además, incluimos en la ecuación los carros eléctricos, y más hacia el futuro lo mezclamos con el smartgrid, hay posibilidades de que en el futuro ya el usuario no sea un consumidor pasivo sino que decidirá cuándo y cómo.
LEA: Los panales solares son cada vez más sexys, ¿que hára el ICE para sobrevivir a ellos?
–Esta es una duda que tienen los especialistas: el autoconsumo puede producir menores ingresos para las distribuidoras y generadoras eléctricas en un momento en que está entrando en operación la planta hidroeléctrica más cara de Costa Rica (Reventazón), cuya inversión los clientes va a tener que pagar con tarifas indudablemente más altas. ¿Cómo va a recuperar el ICE la inversión si los ingresos van a comenzar a disminuir?
–Los servicios que se dan van a ser recuperados a través de tarifas más inteligentes, más atada a cada una de las cosas que se están generando. Por ejemplo, una planta como Reventazón, su papel no es solo proveer kilovatios hora sino que tiene un embalse y una potencia tal que en cuestión de segundos se puede echar a andar o se puede disminuir para compensar las variaciones de estas fuentes renovables. Es una planta que todo el tiempo se está ajustando para que la integración de fuentes variables sea valiosa para el sistema. Ese servicio hay que pagarlo. No como kilovatio hora sino como el respaldo que va a dar el sistema.
"Hay algunos que dicen: 'no, es que no solamente van a poner paneles solares sino que van a poner baterías". Sí, claro, podría ser. Pero para que eso sea posible, si usted tiene una demanda de 5 kw, tendría que instalar equipos redundantes porque puede ser que en cierto momento usted tenga encendida la secadora de ropa, el microondas y alguien se esté bañando en la ducha. Es un pico de potencia que si usted instala para su potencia media, no le alcanza. Entonces, tiene un sobrecosto.
"Pero además, a usted le gusta que la energía que no falle nunca. Y aunque esos paneles no molestan casi nada, los inversores pueden dar problemas. Puede caerles un rayo, pueden quemarse. Entonces usted tiene que tener un backup y todo eso va aumentando el costo".
–Entonces, en resumen, la alternativa que visualiza el ICE para adaptarse a las nuevas tendencias y formas de consumo sería diversificando las tarifas y los servicios que da.
–Sí, por supuesto.
–Y esos servicios que da, se irían volcando cada vez más hacia el respaldo…
–Más que decir que son las tarifas, es identificando o separando mejor la variedad de servicios que da. Antes, todos los clientes demandaban más o menos el mismo servicio y eran más o menos lo mismo. No tenía sentido separar las cosas, pero ahora ya uno puede focalizar. Si usted quiere potencia, le vendemos potencia, si quiere respaldo, le vendemos respaldo, usted quiere energía, le vendemos energía. Porque nos estamos convirtiendo en proveedoras de servicios energéticos. Ya presentamos, de hecho una tarifa de respaldo ante la Aresep.
–¿Y esa tarifa a quién se la van a cobrar?
–A las empresas distribuidoras que compran en bloque la generación, que en este momento no tienen tarifas de respaldo.
–¿Y eso afectaría al final el servicio que pagan los consumidores?
–Una empresa distribuidora en este momento compra poca energía pero utiliza el 100% del respaldo del ICE. Cuando aparezca esta tarifa, va a pagar poco menos por la energía, pero va a pagar más por el respaldo. Al final de cuentas, esa empresa distribuidora va a pagar más de lo que está pagando ahora.
–Pero entonces, ¿cómo le impacta a los consumidores?
–Tenemos dos distribuidoras: las dos consumían lo mismo pero una pone una planta propia para comprarle menos al ICE. Si en algún momento tiene que darle mantenimiento, cuando la saca, le compra al generador. Originalmente, cada una pagaba 50 y 50 y el generador recibía 100. Como esta otra no paga, entonces una paga 10 y la otra 50. Sin embargo, el generador no redujo su costo en 40 porque sigue teniendo sus mismas plantas disponibles para que la semana en la que él sacó su planta, no se interrumpa el servicio.
–Esa disponibilidad que en este momento no se paga, ¿a quién le impacta?
–Esa disponibilidad se prorratea en las ventas de energía, solo que esta paga menos porque consume menos energía y esta está cubriendo al que está pagando más. La idea entonces es separar las cosas: por respaldo va a pagar 10 y por energía un poquito menos, porque ya no está cubriendo el respaldo.
–¿Y eso llega a impactar en algún momento a la generación distribuida?
–Sí. Hoy por hoy, cuando usted pone un panel en su casa, usted lo que ve es: me voy a ahorrar la tarifa que me cobra mi empresa distribuidora. Pero si la empresa distribuidora le dice que tiene que pagar una tarifa de conexión, una tarifa de potencia y otra de respaldo y la de energía es más pequeña… entonces, cuando uno pone su propio panel, lo que se está ahorrando ya no es todo sino solo la pequeña parte de la energía, entonces lo hace menos interesante financieramente.
–Entonces podría desincentivar la generación de autoconsumo…
–Eh… sí, lo hace menos atractivo financieramente. Entonces lo que hoy es un buen negocio o lo que era un excelente negocio en el plan piloto, no era un buen negocio para el país porque se estaba dejando de pagar unos costos que no se veían. Ahora que están disponibles ya lo que se ahorra es menos y tiene que esperarse a que bajen muchísimo más los costos de los paneles para que esa tarifa sea rentable.
–¿En este momento está en estudio esa tarifa?
–En este momento, lo que tenemos es el Poasén y es más que suficiente para la cantidad que tenemos. Todos estos cambios regulatorios toman su tiempo y hay que entender cómo se hacen los cambios. En este momento, no hay ninguna iniciativa en esa dirección. Lo que hay es tarifa de respaldo para distribuidoras.La situación es la misma pero en generación distribuida es en pequeñito, pero ahora estamos hablando en macro.
–Esta es la forma en la que el ICE se va a adaptar al cambio, pero también retrasaría el cambio…
–Sí. Pero mucha atención a esto: el cambio por el cambio no es lo deseable. No es deseable tener paneles por tener paneles sino porque es una economía para el país, porque es una solución tecnológica mejor, porque todos ganamos, pero si en este momento gana el distribuidor pero pierde la empresa generadora (lo que quiere decir que pierden todos los consumidores que no tienen paneles), entonces es un mal negocio para el país. El objetivo no es el cambio por el cambio, sino tener todo listo para que cuando esa condición se de, se pueda usufructuar de ese beneficio, pero no antes.