Exportar a Cuba no es una invitación que podría ser aceptada por cualquiera.
Si bien el mercado no deja de representar una oportunidad para los empresarios costarricenses, estos deberán estar dispuestos a aceptar ciertas condiciones.
Entre ellas está utilizar como medio de pago cartas de crédito confirmadas e irrevocables por bancos que no tengan capital norteamericano y plazos de pago de hasta 300 días.
También deberán depender de una comunicación con los eventuales compradores a través de un Internet intermitente, solo por citar un ejemplo.
Que sea complicado no quiere decir que sea imposible.
En 2014, unas 34 empresas costarricenses realizaron envíos a la isla. El total exportado es modesto: $38 millones.
Ese número ubicó a Cuba como el cuarto destino en importancia en el Caribe para los exportadores locales y significó un crecimiento anual sostenido de 17% en los últimos cuatro años.
Destino potencial
La isla se puso en boca de todos desde que a finales del 2014 Estados Unidos acordara reanudar relaciones diplomáticas con Cuba. La posibilidad de un cambio en las condiciones económicas de la isla y su capacidad renovada para presentarse al mundo invitó a pensar en positivo.
Según un estudio de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), Cuba ofrece tres oportunidades concretas para los bienes y servicios que ofrecen los empresarios nacionales.
La primera oportunidad se relaciona con el sector turístico dado que en 2015 Cuba recibió 3,5 millones de visitantes y el sector ha venido creciendo un 17% anual.
Otros campos promisorios podría ser la infraestructura hotelera que está en desarrollo –con proyectos de capital europeo–, y las compras del Gobierno para el consumo de su población de 11,2 millones de habitantes.
“Cuba está abriéndose al mundo. Conforme estos cambios económicos se concreten, la isla pasará a tener una mayor participación en los flujos comerciales de la región y será un socio comercial importante”, afirmó Pedro Beirute, gerente general de la Promotora.
Costa Rica restableció relaciones diplomáticas con la isla en 2009.
Tome en cuenta
Aprovechar estas oportunidades que promete la isla dependerá de la paciencia del exportador.
En primer término, establecer y mantener relaciones con un socio comercial en la isla estará supeditado a una comunicación intermitente.
O en su defecto, a la capacidad del exportador para poder viajar y finiquitar de forma presencial los negocios. Para ello, la visa exploratoria se vuelve un requisito.
Como segundo punto, los mecanismos de pago requerirán de especial atención, pues en la mayoría de los casos se utilizan cartas de crédito y transferencias bancarias de bancos que no tengan capital norteamericano y que sean previamente aprobados por el Gobierno cubano, señala el propio estudio de la Promotora.
Por otra parte, la capacidad financiera para soportar créditos de como mínimo 90 días, será otro de los factores a valorar.
“Hace siete años quisimos exportar pero las licitaciones eran a 210 días de pago, tomamos la decisión de no arriesgar en ese momento. Ahora lo queremos volver a intentar”, comentó Randy Álvarez, de la empresa Extralum.
Al mismo tiempo, ningún producto ni empresa podrá vender sin antes estar registrado como proveedor.
“Hay que tener claro que el Gobierno es el principal socio comercial en la isla y eso no deja de ser un tema difícil”, comentó Ronald Asenjo, propietario de la firma Agrícola Asbre productores de hortalizas, y que ya exporta zanahoria a Cuba.
Falta tiempo
Ver estas trabas solventadas requerirá de tiempo. Mientras tanto, la realidad acecha.
Cuba sigue siendo una sociedad con una capacidad de consumo limitada.
Según cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, el salario de un cubano no supera los $26 mensuales.
La infraestructura portuaria y vial no ofrece mayores opciones.
Desde Costa Rica el tiempo de tránsito se calcula en 19 días, a un costo aproximado de $325.
Un análisis logístico de exportación con Cuba detalla que de un total de 19 navieras, solo la mitad viaja al Caribe, incluida la isla.
“Hay que estar pendiente de cuanta voluntad exista para que los cambios reales lleguen”, sostuvo Eduardo Ulibarri, exembajador de Costa Rica en la Organización de la Naciones Unidas.
Como zona para atraer inversores, la isla también se queda corta. Si bien en el 2014 el país aprobó la Ley de Inversión Extranjera, la confianza y estabilidad no llegan.
A la fecha, un 50% de la inversión en Cuba proviene de la Unión Europea y se enfoca en el sector del turismo.