En los últimos siete años, el 2015 ha sido el periodo en que las familias han tenido que desembolsar menos cada mes por un préstamo de vivienda, cumpliendo con ciertas características.
De acuerdo con la Fundación Promotora de la Vivienda (Fuprovi) mientras a diciembre de 2009 se pagaba una cuota mensual de ¢711.502 (colones de junio del 2015), a junio del presente año, el desembolso era de ¢506.622.
El monto significa un cambio a la baja en la cuota del préstamo equivalente a un 29%.
El análisis de la Fundación tomó como referencia un crédito hipotecario de vivienda por ¢50 millones, a 30 años plazo y con una tasa de interés equivalente a la tasa básica pasiva más 500 puntos base.
El dato toma relevancia en el supuesto de que una coyuntura donde el monto máximo de endeudamiento del 60% de los hogares costarricenses no es competitivo para la compra de una vivienda a nivel nacional.
Al mismo tiempo que se contrapone a la oferta disponible en el mercado.
Para el escenario de Fuprovi, el comportamiento de las tasas de interés, especialmente la Tasa Básica Pasiva (TBP) es el factor fundamental en el desahogo para el bolsillo de los deudores.
Ese comportamiento a la baja se explica desde un contexto internacional favorable y una situación local controlada.
Al mismo tiempo, ese alivio se espera que siga por lo menos en lo que resta del año, según distintas proyecciones.
En ese escenario, y utilizando como referencia las estimaciones de Fuprovi, son las familias del cuarto y quinto quintiles las que podrían estar gozando de ese aliciente en los pagos, pues son las que podrían optar por un crédito por encima de los ¢50 millones.
Eso sí, en el entendido de que esos hogares no presentaran deudas al momento de la solicitud del crédito de vivienda y contaran con una prima del 20% del valor del inmueble.
Tales hogares ganan poco más de un millón y hasta ¢2,5 millones mensuales. Poco menos de un 40% de la población cumple con esa condición de ingreso.
Según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), la Tasa Básica Pasiva afecta a la fecha un 26% de los ¢17,44 billones en préstamos otorgados por entidades financieras supervisadas en Costa Rica.
Respecto a la cantidad de operaciones o de préstamos, los que tienen ese componente variable es solo el 8% del total.
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¿Qué lo explica?
El movimiento de la Tasa Básica Pasiva se ubica como el principal responsable. ¿Pero qué influye en su comportamiento?
Tal indicador es utilizado como referente por parte de las entidades financieras para definir las tasas de interés que aplicarán en sus préstamos en colones.
Desde inicios de 2013 se contabilizan tasas en colones relativamente bajas y estables, inferiores al 8%.
A nivel nacional, la estabilización del tipo de cambio y la inflación, lo explican.
Por ejemplo, para el tercer trimestre del 2015 se dio un decrecimiento de los precios, y el dato de inflación interanual cerró el periodo en -0,8%.
Una caída en los precios de las materias primas, principalmente del petróleo, han reducido la inflación.
“El Banco Central ha tenido espacio para reducir la tasa de política monetaria (que ha pasado del 5,25% al 2,25%)”, comentó el puesto de bolsa Aldesa.
Por otra parte, la estabilidad del tipo de cambio ha impulsado a los costarricenses a endeudarse en dólares, lo que ha reducido las necesidades de captación de los bancos locales.
Según el estudio de Fuprovi, la baja de la cuota entre 2012 y 2013 ya promediaba un 20%, al pasar de ¢654.878 a ¢520.941.
“Si se es ahorrante, la baja en las tasas le perjudica porque recibirá un pago menor por sus ahorros, pero si es deudor, pagará menores interés y liberará recursos”, comentó Ronulfo Jiménez, asesor económico de la ABC.
Aunado a ello, las condiciones internacionales le permitieron al país seguir captando afuera, con el fin de reducir la presión sobre el mercado interno.
“El Ministerio de Hacienda colocó su última emisión en los mercados internacionales, y aún quedan recursos, eso ayuda a las expectativas del mercado”, reafirmó el puesto de bolsa Aldesa.
Por cuánto más
En el corto plazo se estima que las tasas en colones bajen, pues la coyuntura internacional que ha dado ese espacio se mantendría.
El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE) apuesta que para finales del año la tasa se mantendrá en el rango de entre 6,3% y 6,8%.
Por su parte, algunas medidas adoptadas por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) también influirían.
Estas últimas incluyen la baja en la tasa de política monetaria, el mejor manejo de las subastas por parte del Ministerio de Hacienda, pero también un cambio en la metodología de la tasa.
Fue en octubre del presente año cuando la autoridad monetaria ratificó y publicó la nueva fórmula para calcular la TBP, la cual se empezará a aplicar el primer miércoles de febrero del 2016.
Dicho esto, la estabilidad de las tasas en el largo plazo dependerá mucho de la capacidad del Gobierno Central para reducir el déficit fiscal o de seguir financiandose sin presionar al mercado.
También dependerá de decisiones que llegue a tomar una economía como la de EE. UU. respecto de su política monetaria.