La cuarta etapa del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría camina hacia su inauguración en los próximos meses.
El también denominado bloque G se ubica contiguo al edificio principal de la terminal y contempla dos nuevas salas de abordaje con sus respectivas mangas de conexión.
Además, consideró el ya inaugurado espacio comercial de 1.000 metros cuadrados de construcción en abril anterior.
Sin embargo, las buenas noticias merman al conocer los proyectos futuros del aeropuerto, pues estos carecen de fechas definidas de inicio debido al atraso de permisos y procesos a manos del Consejo Técnico de Aviación Civil (Cetac).
La calendarización de la nueva etapa de ampliación del Santamaría dependerá de la rapidez con que el Cetac pueda demoler los hangares de las viejas instalaciones de la Cooperativa Autogestionaria de Servicios Aeroindustriales (Coopesa) y entregar los resultados de un estudio de remediación de suelos.
En los terrenos donde se ubica el taller para aviones se deben levantar nuevas salas de abordaje, a más tardar en el 2019.
Eduardo Montero, vicepresidente técnico del Consejo, reconoció, además, que los trabajos en el espacio de Coopesa debieron de realizarse, según el calendario, mucho antes de la cuarta etapa.
“Venimos arrastrando un retraso heredado y estamos trabajando de lleno para que poder recortar esos tiempos. Estimamos que las obras pueden estar empezando en unos 15 o 16 meses. El cambio en el cronograma se realizó para no interrumplir el desarrollo normal de la obras. Tampoco es que no se está realizando nada”, comentó Montero.
De acuerdo con Aeris, la inversión en el bloque G rondaría los $16 millones y con él la terminal registraría un crecimiento del 18% con respecto a la infraestructura actual.
Según datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), el aeropuerto Juan Santamaría registró solo durante el primer trimestre de este año 413.866 llegadas internacionales, lo que significó un 72% del total de llegadas por la vía aérea en ese periodo.
“Con Aeris hemos tenido una excelente relación. Estamos claros que ha habido retrasos. Coincidimos que las obras en los terrenos de lo que era Coopesa ya deberían estar hechos”, concluyó el vicepresidente del Cetac.
Liberia en suspenso
En el caso del Aeropuerto Internacional Daniel Oduber en Liberia, Guanacaste, el panorama no es más alentador.
Entre los planes de la concesionaria Coriport S. A. sobresale la construcción de una terminal para atender aviones cargueros. Pero una vez más los tiempos de inicio de las obras están en el aire.
Por un lado, la concesionaria asegura que el arranque de las edificaciones no sobrepasará los 8 meses. “El espacio de carga aérea le permitirá al exportador de la región reducir sus costos logísticos y mejorar sus tarifas de colocación. Esta inversión se convierte en una acción estratégica en una provincia con potencial productivo”, dijo Francisco Cordero, gerente general de Coriport.
En la acera de enfrente, el Cetac afirma que los planos del proyecto ni siquiera han llegado a su poder.
“Ellos están atrasados en su cronograma por lo menos un año. Nosotros más bien hemos estado en conversaciones con ellos para que nos digan en qué momento se van a hacer las obras. Si Coriport no llega a hacer la terminal de carga vamos a tener que intervenir”, agregó Montero, vicepresidente del Consejo.
Coriport es concesionario del Estado costarricense por un periodo de 20 años.
Desde la terminal guanacasteca llegan aerolíneas procedentes de destinos como Toronto, Montreal, Miami, Dallas y Chicago.
Orotina a paso lento
Si se trata de desarrollos de nuevos aeropuertos internacionales, los avances son casi nulos.
Será hasta agosto próximo cuando las autoridades salgan en la búsqueda de la empresa que estaría a cargo del nuevo aeropuerto en el cantón de Orotina.
Por el momento, las autoridades trabajan en el borrador de lo que será el cartel de licitación internacional, y que dará paso a la recepción de ofertas.
Será hasta que se logre la escogencia de la firma que desarrollaría el proyecto que podría empezar a hablarse de la ubicación exacta nuevo aeropuerto,
“Una vez elegida la empresa podrían pasar hasta 12 meses para elegir el terreno y ver si se tiene que atender trámites de expropiaciones, por ejemplo. Hay que tomar un detalle en cuenta, y es que el proceso de construcción de un aeropuerto, como un todo, puede durar hasta 10 años”, dijo Montero.
Se prevé que el aeródromo en Orotina cuente con al menos 20 rampas de abordaje y dos pistas de aterrizaje con capacidad para recibir aviones de gran tamaño (A380 y Boeing 747).
El Cetac contempla, además, que en mismo proceso licitatorio de Orotina, se contemplen dos objetos contractuales más: un diseño de un aeropuerto en la zona norte, San Carlos, y el emplazamiento para un nuevo aeropuerto en la provincia de Limón.
En ambos casos, los aeropuertos serían de corte regional.
Más estancado se encuentra el proyecto de una terminal en la zona sur, donde la elaboración de estudios ambientales, arqueológicos han desacelerado el proceso.
“Sí veo avances. En el caso de Limón se está pensando en una terminal de carga para ser consecuentes con un proyecto como el de APM Terminal”, concluyó el vicepresiente.