Washington. El presidente estadounidense Donald Trump atacó este miércoles 16 de agosto al gigante de la distribución en línea Amazon al que acusó de destruir empleos y causar "gran daño" al pequeño comercio.
"Amazon está causando un gran daño a los pequeños comerciantes que pagan impuestos", escribió Trump en Twitter. "Pueblos, ciudades y estados en todo Estados Unidos están siendo afectados, se están perdiendo muchos empleos", añadió.
Trump, quien ya había criticado a Amazon en el pasado, no ofreció datos específicos para respaldar los señalamientos que hizo en la red social. Pero sectores dedicados a la venta al detalle en Estados Unidos, específicamente en el área de la electrónica, han visto caer sus ventas en los últimos años por el auge del comercio en línea.
Con su mensaje, Trump parecía además revivir un argumento que señalaba a Amazon de tener una ventaja injusta sobre otras empresas al evitar impuestos a las ventas. Pero el gigante de internet ha accedido en los últimos años a pagar impuestos locales en todos los estados de Estados Unidos.
Según el sitio web Politifact, Amazon pagó el año pasado $412 millones en impuestos federales, estatales y locales en Estados Unidos, así como en el extranjero.
En enero, Amazon –con sede en Seattle y Washington– anunció que planeaba crear más de 100.000 nuevos empleos en Estados Unidos en los próximos 18 meses.
Precisamente, este miércoles, Amazon anunció la contratación de 2.500 personas más en su centro de servicio en Costa Rica, con lo cual su planilla llegará a 7.000 a finales del año.
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Durante su campaña electoral, Trump dijo que Amazon tenía "enormes problemas antimonopolistas", presumiblemente por su posición en el mundo de las ventas por internet.
El presidente también ha dicho que el fundador de Amazon, Jeff Bezos, compró el diario Washington Post para hacer lobby a favor de la compañía.
Amazon no respondió inmediatamente a un pedido de AFP para comentar el tuit de Trump.
Este mensaje del mandatario llega después de que varios líderes de negocios renunciaran a seguir prestando asesorías a la Casa Blanca, en medio de críticas a Trump por no haber condenado inmediatamente a los grupos radicales tras la muerte el fin de semana de una mujer que protestaba contra una manifestación de supremasistas blancos en Virginia.
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En su primera reacción tras los hechos, Trump culpó a "ambas partes" por la violencia, aunque la mujer murió al ser arrollada –junto a otras 19 personas– por un simpatizante neo-nazi de 20 años.