Óscar Arias Sánchez lo "consultó con la almohada" durante año y cuatro meses, finalmente, este lunes anunció que no se postulará como precandidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN).
El anuncio le abre espacio a otras figuras que se perfilan para luchar contra el expresidente José María Figueres por la candidatura verdiblanca. Entre ellos Antonio Álvarez Desanti, actual presidente de la Asamblea Legislativa, y Roberto Thompson, alcalde de Alajuela.
El mensaje de Arias se filtró la tarde de este lunes, luego de que la agencia de noticias IPS —para la cual el expresidente es colaborador— publicara un artículo de su propia autoría en el cual explica su decisión. EF intentó contactar al expresidente pero no contestó las llamadas realizadas a su celular.
De la publicación firmada por Óscar Arias se extrae que el exmandatario declinó en sus aspiraciones electorales porque el país atraviesa una difícil situación de ingobernabilidad y además quiere dejar espacio a nuevos liderazgos.
"La necesidad de impulsar el surgimiento de una nueva generación de líderes costarricenses. Y es que no estoy pensando en los próximos cuatro años. Estoy pensando en los próximos cuarenta. Tengo suficientes fuerzas y suficientes ideas para servirles nuevamente. Pero también sé que no soy indispensable. Nadie lo es en una democracia", explicó el expresidente.
"He tomado la decisión de no postular mi nombre para un tercer período presidencial porque creo que el problema principal que enfrentamos es de mediano y largo plazo. Si no logramos elevar la calidad de la política y el interés por el servicio público; si no logramos que los más capaces, los más preparados, los más honestos participen en la vida política, está en juego la sostenibilidad misma de nuestro sistema democrático", agregó Arias.Se espera que Arias anuncie su decisión de manera oficial la noche de este lunes en cadena nacional de televisión.
El mandatario adelantó en su artículo publicado por IPS este lunes que: "los demócratas, y yo soy uno de ellos, entienden la importancia de hacerse a un lado. Creo que hay que darle espacio a los que vienen y ésta es la principal razón para no presentar mi nombre a una nueva candidatura presidencial",.
Arias dijo en conferencia de prensa —acompañado de José María Figueres, el pasado 5 de setiembre— que en su primer Gobierno se enfocó en el plan de paz para Centroamérica y en su segundo mandato, la guerra fue la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos, en 2007.
Esta vez, ni el déficit fiscal, ni la ingobernabilidad, ni la crisis de infraestructura que atraviesa el país fueron motivos suficientes para atraer a Arias a un tercer mandato a sus 76 años.
El 13 de mayo del 2015, Óscar Arias habló por primera vez sobre la posibilidad de postular su nombre para buscar la candidatura presidencial del PLN en una pugna directa contra José María Figueres. Prometió que su decisión llegaría en setiembre, mes de fiestas patrias.
"Dicen que el que solo sirve para presidente, ni siquiera para presidente sirve. Es decir, que si uno sólo puede influir desde la silla presidencial, ha de ser poca su influencia. No planeo retirarme. Seguiré opinando sobre la realidad del país", indicó el exmandatario en su artículo de este lunes.
El exmandatario dio el "no" y le deja el camino libre a José María Figueres quien, de momento, se enfrentará al exdiputado, Sigifredo Aiza y al exviceministro de Justicia, Enrique Rojas Franco, por la nominación presidencial verdiblanca.
Lo cierto es que Arias no se postulará, pero el Arismo sigue en pie y continuará jugando en el ajedrez político del PLN.
Arias planteó algunas preocupaciones como costarricense: la dificultad para lograr acuerdos en la Asamblea Legislativa producto de la gran cantidad de partidos políticos, las trabas tramitológicas en el Congreso y los retos fiscales que no se resuelven.
La apuesta de Arias: Nuevos líderes en el PLN
La salida de Arias de la lucha política, le abre la puerta a nuevos actores, líderes más jóvenes, políticos laureados con tintes de "renovación".
Es así, como en las últimas semanas Antonio Álvarez Desanti, presidente del Congreso, diputado y exprecandidato presidencial liberacionista suena con fuerza como la figura, ungida por el Arismo, para luchar contra Figueres por la nominación del PLN.
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En el escenario político también aparece Roberto Thompson, actual alcalde de Alajuela, quien siempre se ha mantenido en las filas Aristas dentro del PLN, pero quien todavía no emite ningún mensaje con tintes de aspiración presidencial.
Óscar Arias desaparece de la escena electoral, pero se convierte en un operador político. Gustavo Araya, analista político, considera que ahora el expresidente buscará cuotas de poder dentro del PLN para inyectar sus ideas políticas en el Congreso Ideológico del partido.
Arias quizá no le de una unción pública a Antonio Álvarez Desanti para evitar lo que le sucedió en el pasado con su primer vicepresidente, Kevin Casas, en el caso del "memorando del miedo".
A la historia se suma el distanciamiento político de Laura Chinchilla, ungida por Arias para llegar a Casa Presidencial, y luego, separada por diferencias de criterio.
Incluso, Gustavo Araya considera que Ottón Solís es otro ejemplo de una persona que tuvo proyección gracias a Óscar Arias y luego se convirtió en su acérrimo rival político en el 2006.
La romería que decantó en un "no"
Durante el año y cuatro meses que Arias valoró su futuro político, sostuvo reuniones con líderes, diputados, empresarios, sindicatos y diferentes sectores del país.
En entrevista con EF el pasado 12 de agosto, el mandatario aseguró que líderes y representantes de todos esos sectores le pidieron que se postule y que busque la presidencia del país por tercera vez.
Al día siguiente, el sábado 13 de agosto, una congregación de personas marchó por Rohrmoser con pancartas y mantas para pedirle a Arias que busque la candidatura presidencial del PLN.
Óscar Arias fue muy categórico en sus reflexiones electorales previas y aseguró que ganaría una convención liberacionista "caminando" y que luego ganaría una elección presidencial sin ninguna dificultad, sin importar quiénes fueran sus contrincantes.
El expresidente dijo que ya no le interesa gobernar porque cree que la situación del país cada vez es más compleja y llegar a acuerdos con tantos partidos políticos en la Asamblea Legislativa es un reto que debe asumirse con seriedad en el próximo gobierno.
"El PLN no necesita a José María Figueres ni a Óscar Arias, en democracia nadie es indispensable", sentenció Arias.
Según Gustavo Araya, ahora el exmandatario pasa a ser un operador político, un actor silencioso que buscará impulsar su visión de gobierno, el líder de un Arismo que sigue jugando en la ruleta política detrás de una nueva ficha: más joven y con más opciones políticas.
Colaboró el periodista de El Financiero, Daniel Salazar Murillo.