La educación primaria de Nicaragua está entre las peores del mundo. Se ubica en el puesto 131 en calidad, de un total de 139 países, señala la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
La Fundación propone invertir más de $ 112,4 millones anuales durante 10 años para mejorar la enseñanza básica.
El planteamiento de dicho organismo agrega que la deficiencia que experimenta la educación básica determina la debilidad de los otros subsistemas educativos del país.
El Funides señala que Nicaragua carece de un plan educativo de nación y que hasta la fecha ha otorgado poca prioridad a la enseñanza básica, mientras se otorgan mayores recursos a la educación universitaria, donde existe un gran desperdicio de dinero, porque en los centros subsidiados existe una alta deserción y hay un alto nivel de desempleo entre los graduados.
Tras la derrota electoral de 1990, el Parlamento controlado por el partido Frente Sandinista, aprobó en ese entonces otorgar el 6% del Presupuesto General de la República a las universidades, mientras que antes se les daba cerca del 2%.
Humberto Belli, presidente de la Comisión Social del Funides, aseguró que el Tesoro Nacional asigna a las universidades subsidiadas $123 millones, lo que corresponde al 55,6% de los $ 223 millones asignados al Ministerio de Educación (Mined) –excluyendo fuentes externas–, con la diferencia de que las universidades beneficiadas atienden a 102.000 estudiantes y el Mined a 1, 6 millones de alumnos desde preescolar hasta secundaria.
Belli, quien fue ministro de Educación en el gobierno de Violeta Barrios, asegura que de cada 100 estudiantes que ingresan al año a las universidades, solo 10 terminan sus estudios.
Pago de servicios básicos
Adicionalmente, el Gobierno paga las facturas de los servicios básicos de las universidades (agua, luz y teléfono), lo que es considerado excesivo por especialistas en el tema, que consideran que dichos centros de estudio deberían de pagarlo con el presupuesto que reciben.
Telémaco Talavera, presidente del Consejo Nacional de Universidades (CNU), que aglutina a los centros de educación superior subsidiados, ha respondido diciendo que no se debe quitar a un sector para otorgarle a otros, sino aumentar el presupuesto a la educación básica y señaló que el problema debe de ser debatido para encontrarle solución.
Mario Quintana, experto en Educación, afirmó a EF que el país ha avanzado en el acceso a la educación, en particular en la primaria, pero que en la educación inicial y secundaria hay al menos un 40% que están fuera del sistema y más del 90% no tiene acceso a la educación técnica necesaria para su desarrollo y el del país.
Consideró que la calidad es el desafío mayor en todos los niveles educativos y que para superar todos esos déficits, se requiere cada vez de mayores compromisos del Estado, del gobierno nacional y los gobiernos locales (regiones autónomas y municipales), de las familias, la empresa privada y la cooperación externa.
Quintana propone elevar al 7% el PIB para la educación inicial, primaria y secundaria, y que haya una eficiencia en el gasto, implementar políticas, planes y presupuestos nacionales consensuados entre toda la sociedad y coincide con el presidente del CNU, que no se trata de quitarle a uno de los subsistemas para darle más a otros que se mejorará la situación.
El 93% de los niños nicaragüenses ingresan a la escuela, pero solo la mitad permanece en ella, según el Funides.