El agua no es un bien finito. La electricidad tampoco lo es. Sin embargo, en Costa Rica, aún esperamos que los servicios de telecomunicaciones sí lo sean.
La apertura del sector de telecomunicaciones en Costa Rica ha logrado una mayor conectividad a nivel nacional. Pero en ese avance ha existido un tema, vestigio del monopolio que existía, que es el uso ilimitado de datos móviles con una tarifa plana.
Es equivalente a decir que en una casa en donde se usan todas las duchas a la vez, y se dejan abiertas las llaves de agua por horas, el costo sería el mismo que para aquel visionario que aprovecha adecuadamente el consumo de agua. O aquel hogar en el cual se dejan las luces encendidas día y noche, cuyo costo por el servicio eléctrico sería el mismo que otro hogar en el cual un pequeño bombillo se usa para iluminar un cuarto esporádicamente.
Entonces, ¿por qué debiera ser distinto el servicio de telecomunicaciones?
La realidad es que hoy existe esta misma pregunta a lo largo y ancho del planeta con el tema del consumo de datos móviles.
Y es importante separar la noción de que todos tenemos derecho a acceder a los servicios al mejor precio, de la idea que los servicios deben tener un costo de acuerdo con el uso proporcional que se le dé.
Es por ello, que hoy estamos ante situaciones en donde los operadores móviles se encuentran atados de manos por tarifas que exigen un uso ilimitado a un precio fijo, y en donde se da el desperdicio o uso abusivo del servicio. A esta disyuntiva, se le ha propuesto una solución en muchos países del mundo, a través de la promulgación del Fair Use Policy (FUP), o Política de Uso Adecuado.
El uso adecuado
El FUP busca que los usuarios se comporten de manera adecuada ante el uso promedio y normal del servicio que pagan.
Es decir, si el 90% de la población consume 500 MB de datos, pues que se establezca ese mínimo de consumo de manera transparente por parte de los operadores como el tope en esa clase de servicio.
Pero para aquel grupo que consume más (hay reportes de usuarios en Costa Rica de hasta 60 GB por mes), su costo debe ser otro.
Y en caso de sobrepasar un umbral máximo, el operador debe tener la posibilidad de establecer a priori y de manera transparente y plenamente anunciada, qué pasa con esos usuarios (suspensión parcial del servicio, la disminución en la capacidad de traslado de datos, etc.).
Esto es parte de la capacidad que debe tener un operador para administrar eficientemente su red. De esta manera se le puede exigir una calidad sostenida de red. Pero para ello debe existir la posibilidad que permita a los operadores a usar el FUP, con previa autorización regulatoria.
Y esto no es un asunto de ingresos al operador, sino del uso responsable de los recursos. Tal como lo demostraron los estudios recientes en prensa nacional y los comentarios de los costarricenses, las redes móviles de datos eran muy buenas al inicio y se han deteriorado. Y ese deterioro es porque en Costa Rica el 7,5% de la población consume el 60% de los recursos totales de las redes móviles de datos, pagando lo mismo que los demás.
Costa Rica y los operadores, van a morir del éxito que todos tengamos Internet, porque vamos a tener las redes más congestionadas de la región, con el consumo más alto de la región, con las tarifas más socialistas de la región, en donde todos pagan lo mismo por el servicio, indistintamente de lo que consuman.
Y eso tiene que cambiar. Debemos pagar lo que usamos.
Nada es infinito.