Un atraso de 35 años en infraestructura, un endeudamiento externo de $1.300 millones, una figura de concesión cuestionada y un presupuesto de menos de la tercera parte de lo que se necesita, tienen a Costa Rica en una encrucijada, que debe resolver si quiere una red vial nacional competitiva.
Sobre la mesa está el Plan Nacional de Transportes (PNT) para el periodo 2011-2035 y que pretende principalmente rehabilitar y rediseñar la red de alta capacidad conformada por 1.679 kilómetros a lo largo y ancho del país, así como la red de vías regionales de 1.725 kilómetros.
La gran piedra en el zapato es que el Estado no tiene los recursos para concretar este plan.
Para la red de alta capacidad, se requiere de una inversión total de $12.174 millones y para la regional $8.800 millones. Eso sin contar las obras aledañas.
Según los cálculos del PNT, para que el país concrete esta propuesta, se debe tener en las arcas $761 millones al año, pero del Presupuesto Nacional se destina a la modernización y mejora de carreteras solo $220 millones; es decir, un 29% de lo necesitado.
Pero si el presupuesto se mantiene como ahora, el rubro dirigido a las carreteras significará solo un 7,4% de lo que se necesita, lo que implica que el presupuesto para infraestructura tendría que aumentar en un 93%.
Aunado a esto, apenas el 1,2% del PIB se gasta en el sector infraestructura y transportes. Para alcanzar el dinero requerido a partir del 2019, debería doblarse esa cifra, para contar con $2.279 millones al año que requieren, según el PNT.
En un laberinto
En la encrucijada, las salidas son pocas y todas tienen alto riesgo.
Se podría optar por incrementar el presupuesto para llegar a ese 93% lo que implica o sacarlo de otro lado (reducir presupuesto a otros rubros) o seguir apostando por la vía del endeudamiento, que tampoco es un cheque en blanco para el país.
Con la deuda externa, llega el momento en que Costa Rica ya no es merecedor de crédito y los proveedores internacionales le pueden cerrar el tubo. Hoylos proyectos que se hacen es con dinero prestado.
En la actualidad, el país tiene un endeudamiento que equivale al 5% del PIB. Algunos economistas creen que se llegó al tope, otros opinan que se puede alcanzar el 8%, lo que significaría 3 puntos más.
Cada uno de los puntos serían alrededor de $600 millones; es decir, un total de $1.800 millones, pero lo que se requiere son $44.836 millones en carreteras, entonces tampoco resuelve el tema.
Si el país se endeuda más, el efecto rebote es la inflación que se traducirá directamente en el aumento de precio de los productos de la canasta básica.
“Se debe renegociar la capacidad de endeudamiento con organismos internacionales; de lo contrario, no nos prestan. Hay que buscar dinero de muy largo plazo”, insistió el exministro de Transportes Francisco Jiménez.
Y si la vía es incrementar impuestos, tenemos un plan fiscal que colapsó en esta administración y que pretendía incrementar la recaudación en ¢400.000 millones. En este caso, se necesitarían 7 planes fiscales para financiar solo la parte de transporte.
Tampoco se puede sacar del presupuesto del MOPT, donde el 85% es para salarios y solo el 15% se destina a la inversión.
¿Y qué pasa con la herramienta de la concesión? Las experiencias anteriores, en particular la última con la vía a San Ramón evidencian que es un camino aún con muchos baches.
A pesar de eso, las autoridades siguen defendiendo el recurso.
“No lo deben satanizar, es la única salida para hacer cosas, sino nos quedaremos con las manos atadas”, dice el director del Conavi, José Luis Salas.
La última carretera dada en concesión fue la ruta a Caldera y para los jerarcas es la última calle nueva que requería el país.
“No se necesita ninguna vía nueva, lo que tenemos que hacer en los próximos 25 años es rehabilitar y mantener lo que tenemos”, dijo el viceministro de Obras Públicas, José Chacón Laurito.
Costa Rica cuenta hoy con una red vial de 31.000 kilómetros. De esa red, cerca de 8.000 kilómetros son en asfalto y unos 12.000 kilómetros en lastre. El resto es la red vial cantonal o terciaria.
Urgencia
El Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) calcula que el país tiene un atraso en infraestructura de 35 años y que ahora se están desarrollando proyectos, pero de forma desordenada.
Para el coordinador del Programa de Ingeniería de Transporte de Lanamme, Luis Guillermo Loría, un Plan Nacional de Transporte no puede ser al 2035, sino de entre 5 y 10 años.
“El plan es demasiado largo. Costa Rica debe tener en menos tiempo una red vial estratégica nivel A. Es una carretera que recorra toda Costa Rica, de norte a sur y de este a oeste, con toda la seguridad vial que se requiera”, aseguró Loría.
Ante este panorama, las rutas para recuperar el déficit en carreteras son limitadas: aumentar el gasto de recursos propios a un ritmo vertiginoso y descuidando otras áreas, recurrir a préstamos que ya tocan fondo, o tratar de reconstruir la confianza y la efectividad de las concesiones.
Planes de infraestructura
Proyectos que cuentan con empréstitos para que sean ejecutados.
Préstamo BID | $900 millones | |
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I etapa | ||
Cañas-Liberia | $200 millones | |
Cañas-Limonal | $60 millones | |
Rotonda de Paso Ancho | $15 millones | |
Pozuelo-Jardines del Recuerdo | $8 millones | |
Abundancia-Ciudad Quesada | $35 millones | |
Red vial cantonal | $60 millones | |
II etapa | ||
Palmar Norte-Paso Canoas | $90 millones | |
Red vial cantonal | $140 millones | |
Limonal-Barranca | $147 millones | |
Santa Cecilia-Birmania | $18 millones | |
San Ramón- Barranca | $20 millones | |
Paraíso-Turrialba | $10 millones | |
Intersecciones Taras, Lima y Hacienda Vieja | $20 millones | |
Barranca- Doña Ana | $6 millones | |
Fondos Hacienda (BCIE) | $140 millones | |
Sifón-Abundancia | $140 millones | |
Préstamo BCIE | $340 millones | |
Obras: Circunvalación norte, puente Virilla (“platina”), puente Saprissa, intercambios en las rotondas La Bandera, Garantías Sociales, Guadalupe, la circunvalación La Uruca-Tibás- Calle Blancos, puente en la radial Santa Ana-Panasonic. | $340 millones | |
CAF | $52 millones | |
Bajos Chilamate-Vuelta de Kooper | $52 millones |