Si bien el 18 de enero el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), en la propia voz de su presidente, Mauricio Ventura, ministro del ramo, reportó a la prensa cifras récord en la entrada de turistas al país, la terminología utilizada invita al engaño y los indicadores presentan limitaciones que inquietan a una parte del sector turístico nacional.
Al hacer su anuncio, el ICT aseguró que 2,6 millones de turistas habían visitado el país en el 2015 y que esa cantidad significaba un 5,5% de crecimiento con respecto al 2015.
Sin embargo, EF analizó la metodología utilizada por el ICT para llegar a esas cifras y la forma en que la ofrece a la prensa en sus comunicados oficiales.
El resultado arrojó al menos cuatro limitaciones importantes en las cifras que no se explican en los comunicados de prensa, utilizando además lenguaje impreciso que exagera el número de personas que ingresan al país.
Las limitaciones van desde la inclusión parcial de personas con permisos de trabajo temporal, sujetos que sobrepasan los tres meses de estadía en el país, los viajantes que por su condición de trabajo ingresan sistemáticamente sin ser realmente turistas (como los transportistas de carga) y el mismo turista que viene una y otra vez al país, contabilizando cada ingreso como uno nuevo en la cifras que el ICT ofrece a la prensa.
La de mayor impacto
Una de las inexactitudes que más impacta los resultados es el número de viajeros que entran y salen recurrentemente del país, conocidos como “revisitantes”.
El ICT utiliza datos de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), que no contabiliza el número de personas que ingresan al país, sino que lleva un conteo de las entradas al país. Estas se denominan “llegadas internacionales”, las cuales son simplemente una “aproximación” o proxy del posible número de personas que ingresan al país.
Con ese medición, una misma persona puede tener múltiples “llegadas internacionales”.
Sin embargo, la comunicación institucional del ICT, da a entender que las cifras se refieren a personas y no a llegadas internacionales, lo cual es impreciso e invita al error.
Es más, esos “revisitantes” no se excluyen de los indicadores que ofrece el ICT a la prensa, a la cual se le informa que las cifras corresponden al total de personas turistas.
Tal imprecisión pesa en las cifras. De los 2,6 millones de “llegadas internacionales” a Costa Rica reportadas por el ICT la semana pasada, el 30% responde a los revisitantes, según informó a EF Roxana Arguedas, jefa de administración de información del ICT.
El cambio porcentual entre las cifras sin revisitantes y con ellos incluidos es de 50%, al pasar de los 1,73 millones, aproximadamente, sin revisitantes, a los 2,6 millones dados a conocer en conferencia de prensa.
Arguedas advirtió en entrevista con EF que es inapropiado hablar de “turistas” o de número de personas que ingresaron al país al exponer las cifras, pues en realidad se trata de “llegadas internacionales”.
“Una ‘llegada’ es una ‘llegada’. Por eso no le llamamos ‘turista’. En la prensa le llaman ‘turistas’, ‘visitantes’ o cualquier sinónimo, pero son ‘llegadas’. Ahora, ¿cuántas personas? Ese conteo la Dirección de Migración no lo hace”, alegó la funcionaria.
Pero la advertencia no se aplica en la comunicación con la prensa, pues el ICT continua hablando de “turistas”.
Uno de los comunicados enviados a EF el 18 de enero se titula: “Llegada de turistas por la vía aérea aumentó un 8%”, utilizando el término “turistas” en lugar de “llegadas internacionales”, contrario a lo recomendado por la especialista.
Es decir, la propia empresa encargada de la comunicación institucional del ICT, Comunicación Corporativa, contradice lo recomendado por la jefa de administración de información de esa institución, Roxana Arguedas.
El mismo ministro, Mauricio Ventura, aporta a las contradicciones.
En un audio enviado por el departamento de prensa del ICT en la misma fecha, el jerarca sostiene que “el crecimiento de turistas, de visitantes, al país, fue de 5,5%”.
La siguiente es una imagen parcial de un comunicado oficial del ICT enviado a la prensa el 18 de enero en el cual informa sobre las cifras en términos de número de "turistas" y no de "llegadas internacionales", contradiciendo lo recomendado por la propia jefa de administración de información del ICT, Roxana Arguedas, por resultar impreciso.
Más allá del concepto
Según la definición oficial de la Organización Mundial del Turismo (OMT), un turista es un tipo de viajero que sale de su ambiente habitual, duerme al menos una noche fuera de él y su estancia es menor a un año.
En este punto, el ICT se apega a lo señalado por el organismo internacional.
Sin embargo, la OMT no ha girado una directriz que establezca un procedimiento único para contabilizar el número de turistas en el mundo, solo emite recomendaciones conceptuales y buenas prácticas.
Por ello, la funcionaria sostuvo en la entrevista con EF, que es incorrecto usar el término “turistas” como sinónimo de “llegadas internacionales”. Incluso relató que, por ese motivo, en los reportes del ICT que su departamento genera se dejó de usar el término “turista” desde hace más de siete años, cuando ella empezó a trabajar en la institución, pues el término es impreciso.
“Son 2,6 millones de llegadas (internacionales, en el 2015), y ahí puede estar una persona tres veces, porque visitó una vez por vacaciones, a la siguiente por un tratamiento dental y luego vino a firmar un negocio. ¿Son personas (las que se cuantifican)? No, son “llegadas”. No son “visitantes”. Son “llegadas”, aclaró enfáticamente Arguedas en entrevista con EF.
Más imprecisiones
Otra debilidad de los indicadores del ICT es que incluyen una parte de las visitas de extranjeros con permisos de trabajo (no turistas) cuando reporta las llegadas internacionales de viajeros a la opinión pública.
Al solicitar los datos a la DGME, el ICT solamente solicita la exclusión de los datos de llegadas de los nicaragüenses que ingresan con permisos de trabajo temporales específicamente en diciembre (en el 2015 fueron 3.260 los excluidos).
Los trabajadores de otras nacionalidades con permiso temporal se contabilizan todo el año y son incluidos en las cifras de visitas dadas a conocer al público. También los trabajadores nicaragüenses, pero únicamente de enero a noviembre.
La encargada de la información enumeró a EF más limitaciones en los indicadores del ICT.
Una de ellas es el caso de una persona que transporta carga (en furgones, por ejemplo) y atraviesa las fronteras del país sistemáticamente cada año. Pese a que esta persona no ingresa al país con fines turísticos, se contabiliza como una nueva “llegada” al país.
También se da el caso de la persona que ingresó al país y no registró su salida tres meses después, y fue contabilizado al menos una vez dentro del número de llegadas internacionales, pese a que su entrada al país pudo no tener fines turísticos y su estadía pasó a ser ilegal.
Este caso aplica tanto para entradas por la vía aérea como terrestre.
Preocupación
La Asociación para la Protección del Turismo (Protur) desde el 2012 alertó al sector por cifras inexactas de parte del ICT.
En ese momento, la Asociación calculó que por motivo de entrada de personas por las fronteras terrestre (que no necesariamente dormían una noche en el país pues transportaban carga), se le debía restar al total de ingresos de ese año unas 400.000 personas.
Al mismo tiempo, por motivos de ingresos múltiples, la cifra final debía reducirse en 300.000 personas más.
Es decir, el número total de llegadas internacionales en 2012, unas 2 .343. 213, el país debió, a criterio de Protur, contabilizar no más de 1.643.000 ingresos.
“Hay un error en las estadísticas de este país, no tenemos datos suficientes para hacer cálculos que alimenten el sector y eso pasa la factura”, comentó Boris Marchegiani, presidente de Protur.
Y es que la inseguridad que generan los números para el sector se traduce en cautela a la hora de invertir.
Datos del ICT para el 2014, aseguran que el sector aportó en divisas al país lo equivalente a $2.636 millones.
El número significa un 5,3% del total del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Michael Caye, presidente de Costa Rica Expediciones, es de ese criterio y enfatiza que los empresarios actúan más por intuición que como respuesta a datos sólidos.
“Si pensamos que tenemos una gran demanda de los servicios entonces salimos a generar oferta, pero terminamos con empresarios endeudados por satisfacer algo que nunca existió”, agregó Caye.