Capel-le-ferne, Inglaterra.- Rob Warnock es un orgulloso granjero británico y es hijo de un orgulloso granjero británico, y espera que un día su hijo siga sus pasos.
También es granjero de la Unión Europea, pero ese no es el legado que Warnock le quiere dejar a su hijo de seis años de edad. Warnock planea votar esta semana para que Gran Bretaña deje la Unión Europea, pese a que eso podría resultarle muy caro a su negocio de lácteos, que ya pasa un momento complicado.
"Desde que supe que habría un referendo, sabía que votaría 'fuera' sin siquiera pensarlo", dijo mientras sus ovejas y becerros pastaban en el campo de su granja familiar. "Es lo que me dice el corazón".
Muchos granjeros británicos sienten lo mismo. Aunque sus corazones les dictan que salgan, la mente les pide ser cautelosos. La Unión Europea está ayudando a los granjeros a mantenerse a flote en un momento en el que muchos de ellos pasan dificultades.
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Los beneficios de una membresía entre las 28 naciones de la Unión Europea podrían ser intangibles para muchos británicos, que lo ven como un organismo lejano de burocracia bizantina y regulaciones oscuras.
Pero los granjeros saben exactamente lo que reciben de la UE. En el caso de Warnock, son 40.000 libras ($60.000) al año, su parte correspondiente en los millones en subsidios que todos los granjeros del continente reciben bajo la Política de Agricultura Común de la Unión Europea.
"La gente dice: 'estás loco en votar para salir cuando podrías perder 40.000 libras''', dijo Warnock. "Pero creo que el resultado final sería mejor".
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Necesita con desesperación que las cosas mejoren. El precio de la leche ha ido en descenso durante más de dos años, sacudida por lo que Warnock define como una "tormenta perfecta" de factores, que incluye la prohibición de Rusia a las importaciones de la Unión Europea, la acumulación de leche en polvo por parte de China y los incrementos de producción en otros países de la UE.
Eso es un desastre para Warnock, de 44 años, quien cuenta con 450 vacas lecheras y cultiva cebada y trigo en 263 hectáreas (650 acres) en un terreno al norte del Canal de la Mancha, sobre la costa sur de Inglaterra.
"En este momento nos pagan 18 peniques por un litro de nuestra leche, y a nosotros nos cuesta 28 peniques producir un litro de leche", afirmó. "Cada vez que el camión cisterna de leche sale de la granja, perdemos 600 libras".
Sian Davies, asesora de lácteos para la Unión Nacional de Granjeros, señaló que las complicadas condiciones del mercado podrían encaminar a los granjeros británicos hacia la puerta de salida de la Unión Europea.
"Muchos granjeros verán su voto en el referendo como un voto por el cambio", comentó. "Se podría interpretar como que 'cualquier cosa es mejor de lo que tenemos en este momento'''.
Esa es sin duda la postura de Warnock, quien piensa que perder la red de seguridad de los subsidios de la Unión Europea obligaría al gobierno británico a pensar detenidamente sobre la importancia de la agricultura para el país.
"Ellos piensan: 'Los granjeros están bien, reciben su subsidio, no nos preocupamos de que tengan que producir alimentos muy por debajo del costo de producción''', dijo. "Creo que si salimos de la Unión Europea, podría obligar al gobierno a debatir y darse cuenta de lo importante que es la producción de alimentos para el país".
La otra vertiente
El padre de Warnock, Jim, no está tan seguro. Su intención es la de votar por "permanecer", ante la preocupación de que los subsidios desaparezcan.
"Sé que en este momento están diciendo que si habrá un cambio, entonces aún lo tendremos", comentó. "Pero conociendo a los políticos y la presión a la que estarán sometidos..."
Quienes hacen campaña por "salir" de la Unión Europea han prometido que el gobierno británico tomará medidas para apoyar a los granjeros en caso de que el país deje la UE. Quienes defienden la postura de "permanecer" afirman que la promesa es poco realista: las personas a favor de "salir" también han prometido incrementar los fondos en atención médica, mantener un gasto en defensa y muchas cosas más, en un momento en el que el gobierno está comprometido con el recorte de gastos en el sector público.
Los granjeros tienen una larga lista de quejas respecto a la Unión Europea, desde su complejo papeleo a sus regulaciones ambientales, que limitan la selección de fertilizantes y pesticidas que pueden utilizar.
Pero Davies afirma que la UE ha hecho más para ayudar a los granjeros de lácteos a lidiar con la crisis actual que el gobierno británico.
"Todo lo que hemos visto... que ha ayudado o intentado ayudar a los granjeros, proviene de Bruselas", subrayó al citar el apoyo de la Unión Europea para el almacenamiento de mantequilla y fórmula de leche hasta que suban los precios".
En las últimas décadas, los gobiernos británicos han tomado una actitud liberal hacia la agricultura, renuentes a proteger a los productores locales de la competencia internacional.
Políticas distintas
Del otro lado del Canal de la Mancha, en Francia, es una historia distinta. La agricultura representa una mayor porción de la economía y tiene más peso en la conciencia nacional. Los granjeros franceses a menudo organizan protestas en las que bloquean caminos, vierten estiércol e incluso pastorean ovejas en el Museo del Louvre, para exigir mayor apoyo del gobierno.
Wyn Grant, un politólogo y experto en agricultura de la Universidad de Warwick, afirma que países como Francia "en donde existen lazos culturales a la agricultura" han ayudado a moldear las políticas agrícolas de la Unión Europea de maneras que benefician a los granjeros británicos.
"De cierta forma, los granjeros británicos tienen cierta cantidad de cobertura política de los granjeros de otros países de la Unión Europea", indicó.
Warnock cree que los años de alzas y bajas han vuelto más resistentes a los granjeros británicos. Se describe a sí mismo como "un apasionado granjero de lácteos", pero le preocupa que si algo no cambia pronto, la pasión podría no ser suficiente.
Hace dos décadas, había más de 35.000 granjeros de lácteos en Gran Bretaña. Actualmente hay cerca de 10.000 y la Unión Nacional de Granjeros estima que entre el 10 y el 20% podrían declararse en quiebra a finales de 2016.
"Uno siempre aspira a dejarle la granja a la próxima generación", dijo Warnock. "Pero debo cuestionarme seriamente si voy a tener la oportunidad de hacerlo.
"La granja ha sido parte de nuestra familia por cinco o seis generaciones. ¿Llegaremos a la séptima? No lo sé".