El país todavía está en emergencia tras el paso de la tormenta tropical Nate, un fenómeno de mayor magnitud que el huracán Otto, según el Instituto Meterológico Nacional (IMN). Los daños todavía no se han cuantificado, las personas afectadas apenas empiezan a regresar a sus casas, y todavía hay más de 400 puntos afectados en carreteras nacionales.
¿A cuánto asciende la factura que deberá sufragar el país por esta emergencia y de dónde vendrá el dinero?
Son preguntas clave cuando el país experimenta un alto déficit fiscal y un faltante de liquidez que generó atrasos en el pago de algunas ayudas sociales y transferencias del Estado en las últimas semanas.
Aunque todavía no se tiene la cuantificación de daños, es previsible que la factura será alta. En Casa Presidencial y el Ministerio de Hacienda ya hacen números, buscan dinero de donde no se está utilizando para pasarlo a donde será de mucha más ayuda en las próximas semanas.
El Gobierno inició conversaciones para solicitar una donación de $250.000 al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y otra ayuda por concepto de cooperación no reembolsable de $200.000 con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esto recursos se suman al fondo de ¢4.000 millones que tiene la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), para enfrentar las consecuencias de eventos como la tormenta Nate.
Hacienda también buscará recursos a nivel de Tesorería para identificar dinero que no se está usando en algunas instituciones y ponerlo a disposición para esta coyuntura.
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Pero Helio Fallas, ministro de Hacienda, sabe que el dinero disponible en Costa Rica no es suficiente. Por esa razón el Gobierno pedirá un préstamo de $20 millones al BID para obras de mediano y largo plazo como la reconstrucción de puentes y carreteras. El jerarca agregó que una misión especial de este banco visitará el país este fin de semana para revisar el impacto de la tormenta en la infraestructura y buscar una solución financiera.
Fallas explicó que los $450.000 de las donaciones del BID y el BCIE servirán para financiar reparaciones inmediatas, aperturas de caminos y ayudas a familias que lo perdieron todo.
El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, fue muy claro la tarde de este lunes en conferencia de prensa, y señaló que el dinero para atender esta emergencia no podrá salir simplemente de presupuestos extraordinarios.
"Esto no solamente se puede hacer reforzando los presupuestos del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), un poquito el del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), aquí vamos a tener que mirar la perspectiva más grande en cómo se fortalece la economía nacional, para que se puedan atender esas responsabilidades ", aseguró el Presidente.
El gobernante se reunirá en las próximas horas con los jefes de las fracciones legislativas y no descarta un encuentro con los candidatos presidenciales para conversar sobre el tema de los recursos económicos que se requieren para atender los daños provocados por la tormenta Nate.
Otra institución que empezó a sacar cálculos para destinar dinero a las ayudas estatales para familias afectadas es el IMAS.
Emilio Arias, presidente ejecutivo de esta entidad y ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social, detalló que deben analizar la situación financiera para destinar recursos a las familias que necesitan reparar sus casas y comprar artículos de primera necesidad.
Con la emergencia del huracán Otto que azotó el territorio costarricense entre el 22 y el 24 de noviembre del año pasado, el IMAS creó un bono para ayudar a las familias afectadas por desastres naturales. Estas transferencias se destinan a las personas en condición de pobreza o pobreza extrema, y también a quienes caen en situación de pobreza conyuntural, es decir, que por el impacto del evento lo perdieron todo.
"Para la atención de los daños provocados por el huracán Otto destinamos ¢4.000 millones, de los cuales este año todavía teníamos ¢1.500 millones. Ahora con la tormenta Nate debemos definir cuánto dinero tenemos en el IMAS para ayudar a las familias que lo necesitan", precisó Arias.
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El IMAS otorga bonos para reparación de viviendas por un tope máximo de ¢1,8 millones a aquellas familias cuyas casas sufieron daños que se pueden arreglar. La institución también entrega bonos para compra de alimentos, ropa y muebles en este tipo de situaciones.
El Gobierno espera tener la primera cuantifiación de los daños provocados por la tomenta Nate en dos semanas. Mientras tanto, las diferentes instituciones públicas trabajan en la habilitación de caminos, reparación de puentes, restablecimiento de los servicios básicos y atención de salud a quienes perdieron sus casas.
Iván Brenes, presidente de la CNE, aseguró que los datos de personas en albergues, caminos en mal estado y servicios básicos como agua y electrcidad cambian constantemente.
Empero, en el momento más crítico de la emergencia, 11.361 personas estuvieron en albergues mientras sus casas se inundaron o sufrieron el embate de deslizamientos.
La tormenta Nate dejó 11 muertos y dos personas desaparecidas tras su paso por Costa Rica, luego se convirtió en huracán y provocó más decesos en otros países de Centroamérica. También golpeó parte de la Florida y Nueva Orleans, en Luisiana, Estados Unidos.
Nota del redactor: Esta noticia fue actualizada a las 6:41 p.m. con nueva información suministrada por el Gobierno.