De enero a setiembre del 2015, los costarricenses pagan, debido al costo operativo de Recope, conocido como factor K, ¢19 más por cada litro de gasolina súper que compran en las estaciones de servicios.
El incremento equivale a 35%. El porcentaje representa el paso de ¢55 a ¢74 por cada litro de gasolina súper.
Esa última cifra es la mayor registrada desde noviembre del 2013, según datos proveídos por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) a EF.
En la gasolina regular el incremento es de ¢17 en el mismo plazo, que equivale a un aumento de 32%.
El diésel muestra una caída en ese rubro, con cierto pico entre julio y setiembre.
Como porcentaje de la tarifa existe una marcada tendencia a que el peso del factor K se incremente. Para noviembre del 2013 ese rubro rondaba el 7% en la gasolina súper; para setiembre del 2015 representó un 11,7%.
El “factor K” es una de las variables en la fórmula oficial para estimar las tarifas al consumidor, que se suma a otras siete variables para llegar al precio final en las estaciones de servicio.
EF había registrado que hasta el primer semestre del 2014 se mostraba una tendencia a la baja en este factor en términos absolutos. Sin embargo, desde inicios de enero del 2015 el rubro ha repuntado.
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El cambio registrado este año no se ve fuertemente asociado con el tipo de cambio del dólar, pues la moneda se ha mantenido relativamente estable en el período de incremento del factor K en este año.
¿Responsabilidad de Recope?
Recope sostiene que el "valor (factor) K de las gasolinas y el diesel aumenta, debido al subsidio cruzado que se genera con la metodología (de Aresep)".
"El aumento en los valores de K de esos productos, no implica que Recope está percibiendo mayores ingresos, debido a que el ingreso por K es un valor fijo. Dicha situación se explica por el subsidio", dice la institución por medio de su departamento de prensa.
El diario La Nación reportó que tal subsidio es una "maniobra matemática, hecha a finales de 2008 por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), (que) perjudica, desde entonces, a los consumidores de diésel y gasolina, quienes compran más caro su combustible para que las asfalteras y los usuarios del gas ahorren millones con precios más bajos."
Es cierto que se deben pagar más colones por litro a raíz de ello, sin embargo, tal rubro (el factor K) es relativamente pequeño dentro de la fórmula tarifaria total. Aunque los ciudadanos protesten contra ese monopolio estatal, tienen mucho más peso el impuesto único al combustible y los combustibles mismos, cuyo precio responde al comportamiento internacional del petróleo.
Por ejemplo, mientras en la gasolina súper el 11,7% de la tarifa se explica en el costo operativo de Recope, el 43% responde al impuesto al combustible y el 37,3% al precio de la gasolina importada.