La nueva etapa de relaciones diplomáticas entre China y Panamá podría servir al gigante asiático para expandir su presencia en América Latina, sin afectar los intereses de terceros países, planteó el domingo el canciller chino Wang Yi.
En una rueda de prensa conjunta en el marco de su visita a Panamá, Wang vislumbró el comienzo de una etapa de cooperación y desarrollo compartido entre Panamá y la región. Sus declaraciones se dieron después de que se inaugurara la nueva embajada china en la capital panameña, su segunda en América Central, después de Costa Rica.
La visita de Wang tiene lugar tres meses después de que Panamá decidiese romper sus históricas relaciones con Taiwán y reconocer a China como aliado diplomático, lo que representó un duro golpe para el gobierno de Taipei, que perdió a uno de sus más importantes aliados estratégicos en Latinoamérica.
"Nuestra cooperación tanto con Panamá como con América Latina y el Caribe, tendrá unas perspectivas muy amplias" , dijo Wang, junto a la canciller anfitriona Isabel de Saint Malo. "Estoy seguro que a través de esta cooperación, los países de la región podrían ocupar un papel más importantes en los asuntos internacionales".
Al asegurar que la nueva fase de estas relaciones no afectaría los intereses de terceros países en la región, se refería a Estados Unidos.
El gobierno panameño ha invitado a las empresas de China a invertir en grande y en numerosos sectores –incluso logístico y de transporte en general– en el país centroamericano, ahora que han emprendido sus lazos diplomáticos. La visita de Wang sirvió para crear el marco de lo que sería la nueva y ambiciosa relación comercial y de negocios en el futuro, coincidieron los cancilleres.
Saint Malo dijo que aún no se podía hablar de cifras, pero que China está dispuesta, por ejemplo, a financiar la construcción de un tren entre la capital panameña y la frontera con Costa Rica, que uniría a través de una vía ferroviaria a los dos aliados chinos en la región. Las otras naciones de Centroamérica mantienen sus relaciones diplomáticas con Taiwán.
Panamá solo había mantenido lazos comerciales con China, a pesar de ser el segundo cliente más importante del canal y principal proveedor de mercancías en la zona franca de Colón, en el Atlántico, y considerada una de las más importantes del mundo en la actividad de importación y exportación. Wang se disponía a visitar el canal y a la provincia norteña de Colón antes de culminar el domingo su visita de dos días.
El gobierno del presidente panameño, Juan Carlos Varela, decidió romper con Taiwán y reconocer al gigante asiático, argumentando razones económicas y estratégicas. Taiwán acusó a Beijing de arrebatarle a Panamá y recriminó a su viejo socio centroamericano tildándolo de "desleal".
Taiwán, a la que China reclama como una provincia rebelde, quedó solo con una veintena de socios en el mundo, cuatro de ellos en América Central.
Panamá abrió su sede diplomática en China a fines de julio.