El lento empequeñecimiento del sector agrícola costarricense se profundizó un poco más durante el 2012.
No es una crisis sonora, de esas que se ventilan con titulares de infarto. Es una crisis latente, que cada año parece enraizarse un poco más, casi en silencio, salvo los reclamos de un sector productivo que se cansa de llamar la atención sobre su debilitamiento. Así fue el comportamiento del 2012.
Lo confirman los datos del más reciente reporte del Boletín Estadístico Agropecuario, con base en cifras de la Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (Sepsa).
La participación del sector con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) cayó un 3,38%, y ya suma un 16% desde el 2009.
Las exportaciones totales crecieron casi diez puntos porcentuales más que las agrícolas desde el 2009, 35% frente a 27%. Solo el último año, la diferencia fue de tres puntos porcentuales, 6,5% ante 3,5%.
El área sembrada se redujo un 1,3% el año pasado. ¿El crédito destinado al sector? Bajó un 4,5%. Su peso, dentro del crédito total, se redujo en más de un 20%.
Así, no sorprende que la mano de obra agrícola se marchite. Se redujo un 3,8% el año anterior, un 5,4% si nos remontamos al 2010. Estamos hablando de una reducción de casi 14.000 empleos.
“El 2012 no fue una catástrofe, pero es parte de una desaceleración continuada, una erosión constante”, comentó Álvaro Sáenz, presidente de la Cámara de Agricultura.
Al respecto, se consultó el criterio del Ministerio de Agricultura (MAG). Sin embargo, para el cierre de edición, no había sido posible obtener la versión de la ministra Gloria Abraham.
Cosechas diferentes
En este entorno, casi pareciera inaudito que la productividad total, en toneladas métricas, aumentara un 9,5%.
La explicación de este incremento se encuentra en el desempeño diferente de los cultivos. Hay algunos que tienen una coyuntura favorable, con precios altos, mientras otros van a la baja.
Además, el desempeño no es igual para todos. “Hay que distinguir los movimientos estructurales de los coyunturales. Si siembra café, el impacto se ve a los cuatro años; con melón es en 60 días. El cultivo de palma es a seis años; el de arroz a seis meses”, resaltó Sáenz.
Por su parte, Roberto Obando, director ejecutivo de la Cámara de Insumos Agrícolas, destacó que hay una situación contradictoria. “En lo externo vemos al país proyectarse a nuevos mercados, se hace bien. En lo interno, nos falta una política de Estado y estamos perdiendo competitividad porque no aprovechamos tecnologías e insumos que otros países del área sí utilizan”, expresó.
También se debe tomar en cuenta el tamaño.
Por ejemplo, el cultivo que más aumentó su productividad en el 2012 fue el rambután, pero antes de proclamarlo como el campeón del sector agrícola, se debe tomar en cuenta lo relativamente pequeño de su aporte al total verde: 0,05%del total.
En cambio, resultó mucho más significativo el desempeño de la naranja y el café en este renglón, para lo que se debe considerar el buen nivel que tuvieron los precios en estos campos durante el año pasado.
Junto con el café, también se debe resaltar el aumento de la productividad de la piña, a pesar de haber tenido que ceder espacios.
La parte amarga de la cosecha se presentó en más de una decena de cultivos que vieron caer su productividad.
De nuevo, los mayores exponentes no son los colosos del sector: macadamia (-78%) y tabaco (-51%) no representan la mayoría de las toneladas métricas agrícolas.
Mas sonora es, por el tamaño de sus siembras, la caída de la producción en la yuca, el plátano y el arroz.
Algunos de estos enfrentaron un complicado panorama. “En arroz fue una debacle, terrible, hay mucha gente que debe dinero a las arroceras”, comentó Sáenz.
Redimensionando el agro
También se interrumpió la tendencia de recuperación del área sembrada que se presentaba desde el 2006. Según los datos preliminares, hay un descenso de 6.600 hectáreas cultivadas.
Casi una veintena de cultivos vieron reducirse sus extensiones. De ellas, macadamia y tabaco encabezan este recuento, pero son más significativos los casos de la cebolla, el melón, la piña y el café, por su peso relativo.
En contra de este viento tormentoso, se deben destacar las semillas que vieron aumentar su terruño.
El jengibre y la sandía fueron los principales en este cosecha ampliada, aunque sus hectáreas hacen que no impacten de forma significativa el mercado. Una consideración similar se puede hacer sobre la pimienta y la fresa, entre los principales de este top ten .
En cambio, llama la atención el caso de la caña de azúcar y la palma aceitera, que lograron extender sus ya de por sí importantes campos.
Futuro incierto
Para Sáenz, el problema radica en que no se trata de una situación aislada. “Tenemos 20 años de decepciones, de políticos que no comprenden que las zonas francas y los servicios no son suficientes para el desarrollo, están haciendo dos Costa Ricas”, dijo.
Visión qe comparte Obando. El director ejecutivo de la Cámara de Insumos Agrícolas agregó que hay un problema con los intentos de generar una política coherente. “El MAG ha perdido liderazgo, otras entidades y ministerios se han metido a competir con sus labores y le restan capacidad de movimiento”.
El panorama se complica con el entorno internacional, en el que los precios y el tipo de cambio dificultan la reacción de los productores nacionales, así como con el acceso al crédito del sector : es apenas un 3% del total... y está a la baja.
El cambio de gobierno vuelve a representar una oportunidad de corregir esta crisis latente, pero requerirá de algo más que de discursos. Entretanto, el sector espera que la cosecha del 2013 permita señales de recuperación.