Las vueltas que da la vida. Hace 5 años estaban pegando el grito por lo que consideraron un proceso sesgado e irregular en el referéndum que resultó en la aprobación del TLC con Estados Unidos. Incluso algunos aún lo llaman “fraudulendum”. En particular se quejan de la participación activa de la administración Arias en la campaña a favor del tratado comercial. Algunos señalan que el gobierno recurrió al clientelismo para comprar votos. Dicen que el Tribunal Supremo de Elecciones fue parcial al no detener dichas prácticas. Pero hoy, muchos de ellos no pueden contener su alegría por el triunfo de Hugo Chávez en Venezuela.
En su página de Facebook. Luis Guillermo Solís, precandidato presidencial del PAC, compartió el siguiente mensaje (el subrayado es mío):
Por su parte hoy en La República, el columnista Álvaro Madrigal destaca la "cachimbeada" de Chávez sobre Capriles, señalando que sólo así se puede describir a un a victoria de once puntos porcentuales "en Venezuela y en cualquier país que practique la pureza del sufragio ".
Me resulta increíble que estos señores, que si bien son reconocidos simpatizantes de izquierda siempre se han caracterizado por la seriedad de sus análisis, ahora salgan a exaltar la victoria de Chávez como un ejemplo de ejercicio democrático transparente y puro. La votación en sí en Venezuela fue limpia (en el sentido de que no se han denunciado actos de fraude) pero la elección en general no sería considerada justa en ninguna democracia madura. Como señala mi jefe Ian Vásquez en este comentario, "si lo siguiente hubiese ocurrido en su país —tal como sucedió en Venezuela— ¿aceptaría el resultado?"
En este último punto, la revista británica The Economist reportó cómo funcionaba ese tipo de intimidación:
¿Sin mala fe? ¿No les importa que luego de la primaria de la oposición en enero que escogió a Henrique Capriles como candidato y en el que votaron 3 millones de venezolanos el gobierno intentó obligar a la oposición a que entregara la lista de las personas que habían participado en el proceso (probablemente para tomar represalias contra ellos como hizo luego del referéndum revocatorio del 2004)? ¿Pureza del sufragio? ¿No les incomoda que en Venezuela haya un padrón electoral, controlado por cubanos, que creció en un 58% desde el 2001 a pesar de que la población aumentó durante dicho período apenas un 18% y que contiene irregularidades documentadas como 2.272.706 votantes que viven en una misma dirección? ¿Sin violencia? ¿Y qué hubo de las amenazas de Hugo Chávez de que una victoria de Capriles llevaría a Venezuela a una guerra civil o cuando el entonces general Henry Rangel Silva (luego promovido a ministro de Defensa) dijo que las fuerzas armadas no aceptarían un triunfo de la oposición?
No queda duda que Hugo Chávez cuenta con las simpatías de un sector importante de la población que sienten que su calidad de vida ha mejorado significativamente desde que llegó al poder. Chávez ha dedicado aproximadamente un tercio de los $980.000 millones que ha recibido en ingresos petroleros a programas sociales. El resto nadie sabe qué se ha hecho, pero sin duda una gran parte se la han llevado los llamados "boliburgueses" como lo documenta este magnífico reportaje de La Nación de Argentina. Pero aún con este apoyo popular, nunca sabremos cuál habría sido el resultado si la elección hubiera sido realmente justa, guardando estándares mínimos.
Luis Guillermo Solís y Álvaro Madrigal la volaron. Dirán que simplemente aplaudían el proceso electoral venezolano. Pero la realidad es más clara: no pueden ocultar su algarabía por la reelección del dictadorzuelo venezolano.